No se guardaron casi nada, y las expectativas eran acordes a lo que mostraron.
En una noche que se asoció a la fiesta, Roger Federer y Juan Martín Del Potro desparramaron tenis, lujos, y le pusieron mucha seriedad a una exhibición, que muy poco tuvo de ello y que el público disfrutó generosamente.
A pesar de las demora suscitada por oscilaciones de una de las tribunas (se tuvieron que reacomodar 180 personas) el malhumor de las 20.000 almas pasó rápido a segundo plano cuando a las 21:25 horas ingresó Del Potro entre aplausos y una ovación algo moderada.
Tres minutos mas tarde, la cosa cambió cuando el suizo ingresó a la cancha. Los cuatro costados coreaban el ya tradicional " Ole ole ole ole, Rooooger, Rooooger ", y fue el exacto comienzo del show mas esperado en años por el tenis argentino.
Se veía en la gente emoción, alegría, lágrimas, de todo lo que se parezca a un sentimiento contenido desde setiembre pasado, cuando se cerró el acuerdo con la venida de Federer a nuestro país.
Cosa extraña del hincha y cuando de celebridades se trata, el que parecía local era Roger, y Delpo un partenaire con su argentinidad prestada al ilustre visitante. Esas cosas hacen figuras como el suizo, que no sabe de antinomias, no tiene nacionalidad y es figura y con luz propia donde pise, y casi no sabe lo que es un abucheo, algo que por ejemplo, el mismísimo tandilense sufrió ante los checos este año en Parque Roca.
Ah, pero un partido de tenis hubo, y en él, ganó Del Potro por 3-6, 6-3 y 6-4 ante Federer, en el que mostraron mas que unas pinceladas de buenos momentos y fino tenis. Serios ambos, se asociaron a regalarle a la gente, algo mas que una fría exhibición de la que todos disfrutaron con creces.
Del partido, decir que el primer set fue claramente para Federer, el segundo set amagó seguir en la misma sintonía en el inicio pero fué cuando Del Potro se despertó y emparejó la cosa.
Ya el tercero, algo mas parejo, tuvo la regularidad del tandilense como protagonista ante un errático Federer que prefirió hacer fuerza intentando hasta lo que pudo, ya que el quiebre del argentino sirvió para alejarlo de la chance de recuperarse.
Y en ese último parcial, Federer se divirtió con el público tirando pelotitas a las tribunas, pidiendo que hagan olas, y regalando su carisma entre los aplausos de los cuatro costados del court.
Hoy se completará la visita deportiva con horario pactado a las 20:30 horas, esperando que la puntualidad haga su presencia. Federer buscará llevarse una victoria en nuestro suelo ante su amigo que, incluida la de anoche, lo ha vencido en la últimas tres oportunidades que se cruzaron (Basilea, Masters y anoche).
Si hoy gana, no habrá perdido Del Potro. Habrá ganado el local, que quede claro en esta oportunidad .-