Alejandro Fabbri es un gran jugador. Tiene un saque pesado, un buen segundo saque, físico fuerte y agil, la derecha le corre y el reves es sólido. Hasta ahora jugó muchos Futures, que normalmente gana o pierde en las finales, cuando le toca jugar Challengers gana algunas rondas, pero no logró pegar ese saltito que tanto sueña, el de ganar alguno o llegar a las finales para seguir subiendo niveles. Se entrena bien, le dedica la vida a ese sueño y a esa busqueda propia, particular, interna. Ya va a llegar.
Jonathan Gonzalia no deja de correr ni una sola bola, su estilo es parecido al de Tommy Robredo. No tiene ningun golpe malo, tampoco ninguno que desborde, su tenis intenta demoler poco a poco, con movimiento, de tactica y de lucha estrategica. Su mejor tenis resulta de jugar profundo, agarrar la pelota cuando sube y mover al rival hasta cerrar adelante. Jugó muchísimos Futures y algunos Challengers.
Ambos chicos representan a la perfección al Tenis del segundo pelotón. Digamos que son el segundo cordón, el Gran Buenos Aires del circuito que contiene a tantos y tantos que sueñan con meterse. Alguna vez lo llamé Tenis Pobre.
No tienen sponsors que los sustenten economicamente, tampoco su familia puede bancarles totalmente el tenis como para que se dediquen a jugar clasificaciones de ATP sin importar el resultado, que sería la manera mas linda de intentar ser top 100. La Asociacion Argentina de Tenis no cuenta con la capacidad de incluirlos en algun sistema de apoyo actualmente. Con suerte, ligaron algo cuando fueron juniors, si es que estaban dentro de los mejores de sus categorias.
No viajan acompañados, los costos son altos.
Entonces, Ale y Jony, son el ejemplo de los gladiadiores del circuito, de los luchadores del Tenis.
Hacen algo que dignifica la profesion y que nos enseña que ser tenistas, no es SOLAMENTE ser Top 100. Que ser tenistas no es SOLAMENTE salir en la tele, jugar Davis, ser Main Draw en Wimbledon o viajar a Indian Wells a jugar un Master Series. Nos enseñan que la carrera de tenista no se termina cuando cumpliste 19 años sin tener puntos de ATP. Tampoco se termina cuando la plata no alcanza.
Ale y Jony se van a jugar torneos por plata para juntar dinero suficiente, y despues, volver a la carga invirtiendolo en Futures o Challengers. Juegan por plata, y vuelven. En busca del sueño, el de ellos, el propio, el suyo.
Hay cantidad enorme de ejemplos de chicos que fuimos a buscar plata para reinvertirla en el ATP. Y hay muchos otros que son cracks, fenomenos, genios que pudieron evitarlo.
Pero este reconocimiento, el de hoy, es para Ale y Jony, que encarnar al resto, a los mortales, a los que dignamente pelean para alcanzar su sueño, sin escuchar las voces tristes de los que sugieren bajarse del tren.