Sin sufrir parece que no sirve. Ese, es el espíritu de la Copa Davis que obliga a todos a tener un pulmotor a mano por si las dudas. Esa intensidad que la hace mágica e indiscutida.
Tres partidos en una misma jornada (algo que tendrá que reveer la ITF en esta prueba piloto en las zonas continentales) con suspenso y adrenalina al por mayo.
A primera hora, el dobles salio a la cancha, en donde cayeron Máximo González y Guido Pella (en lugar de Durán) ante Nicolás Jarry y Hans Podlipnik en tres sets por 6-7 (7), 7-5 y 6-3.
Luego, el turno de Diego Schwartzman que no le quedaba otra que vencer, para estirar el quinto punto, a Nicolas Jarry (que venia envalentonado del triunfo del dobles media hora antes) por 6-4 y 6-4, en un match en el que vibró todo el Aldo Cantoni con los vaivenes de juego por ambos tan cambiantes.
Y el broche final, a cargo de Guido Pella (reemplazó a Kicker) sobre Christian Garín donde en base a su experiencia y aplomo consiguió la victoria final por 6-3 y 7-6 (3).
Machi junto a Pella, no pudieron sostener lo bueno hecho en el inicio, y si bien tuvieron una actuación correcta, se desinflaron en el tercer set ante la solida pareja de Podlipnik Castillo y Jarry. Asi, le dieron aire a los trasandinos que se acomodaron con un 1-2 parcial que los dejaba bien parados para el resto de la serie.
Pero el cansancio de Jarry, aún con chispazos de buen tenis y una derecha envidiable por momentos, colaboró a lo bueno hecho por Schwartzman para impedir que el trasandino gravite en el partido. El "Peque" supo como presionar en varios pasajes, y aunque le costo trabajo en varios momentos, siempre tenía una marcha mas que el chileno. Asi, su triunfo dejo todo igualado y librado en el quinto, la suerte para llegar a setiembre con vida.