Jugar ante Novak Djokovic, para cualquier rival es saber que hay que disponer de un plus extra. No alcanzá con dar todo, siempre hay que sacar algo mas. Y eso le pasó a Del Potro anoche en el ATP-500 de Acapulco, que dejó todo pero no le alcanzó a pesar de haber estado muy cerca de repetir lo hecho en Río 2016.
Aún así, Juan Martín Del Potro volvió a demostrar por qué su ranking 32° es mentiroso: si bien cayó ante el serbio por 4-6, 6-4 y 6-4 en la segunda rueda, revalidó esa idea de que conserva el nivel de un top 5.
A "Nole" se le hizo muy cuesta arriba sacar adelante el partido, frente a un rival que jamás se rindió. Al final, el máximo favorito exhibió su supremacía con un mayor resto físico y más concentración en los puntos clave. Ahora se cruzará en los cuartos de final con el australiano Nick Kyrgios, que superó al estadounidense Donald Young por 6-2 y 6-4.
Para el argentino, la satisfacción de saber que esta en forma para jugar ante los grandes, con recursos, temple y acudiendo siempre a su drive pesado que hace daño como pocos, aunque debiendo tomar nota de moderar su ansiedad, algo que anoche lo traicionó en el final y pagó caro.
Con un gran despliegue, encendido y atacando, el primer set lo tuvo a Delpo como el que llevaba las riendas del partido metiendo respeto y con variantes en su juego. Una receta que le dio dividendos y encendía la posibilidad de activar "la bomba" de una derrota para el serbio.
Pero en el segundo, la sintonía fina de Djokovic se ajustó y todo se emparejó. Y eso que el tandilense había recuperado un quiebre para colocarse 4-5 con su saque. De todas formas, Djokovic le puso un freno a la reacción del argentino y se apoderó del segundo capítulo por 6-4 y abrió el suspenso para el tercero: saber quien se animaba mas a rematar el pleito.