El sueño sigue vigente y se cobra un año más de vida. Esa quimera que es la mítica Ensaladera de Plata, sigue intacta en sus intenciones de querer conquistarla. Cada año que se está cerca cobra más vida la final perdida ante España en Mar del Plata ’08.
Así es, los capitanes pasan, los jugadores siguen con sus desfiles y la Davis, también pasa, otra vez más.
En esta oportunidad, los checos nuevamente oficiaron de verdugos con un 3-0 inalcanzable el sábado, en un escenario previsible, siendo locales y con Argentina sin sus figuras por diversas cuestiones. De las deportivas, y de las otras también, que siempre se renuevan.
Al campeón solo le basta con dos jugadores, Tomas Berdych y Radek Stepanek, para afrontar lo que se le venga; y hasta España sucumbió en el 02 Arena en 2012.
Mientras, Argentina pena por los ruegos a su estrella y gasta energías en internas sin sentido durante años.
Sin Del Potro y Nalbandian se sabe que es imposible la obtención de la Davis. Aún con la actualidad desigual de ambos, siguen siendo necesarios.
Este fin de semana Stepanek fue mucho para Mónaco que no termina de ser garantía en un equipo salvo de local y en polvo de ladrillo. El checo a sus 35 años y llegando el martes desde Nueva York tras ser campeón en dobles del US Open, no le tuvo miedo al presente de Pico e hizo sus deberes de manera correcta y sin errores.
Berdych sacó a relucir su propia chapa y recursos en cuenta gotas ante Leo Mayer, que dejo una gran actuación pero que no alcanzó con su servicio y ratos de tenis de un nivel al que no está habituado por ahora. Pero en su medio vaso lleno se rescata su aporte y entrega, acorde a lo que se esperaba de él, y sin dudas un acierto de Jaite.
El dobles, se ajustó a la otra realidad que nos toca. El no tener una pareja sólida y/o alternar duplas que aseguren poner en serios compromisos al rival de turno, nos lleva a improvisar de manera permanente. Para colmo Stepanek y Berdych son fuertes, ganando los trece partidos de catorce (contando el de esta serie) que han afrontado juntos, algo demasiado empinado para Zeballos y Berlocq como sociedad.
El domingo se recompuso en algo la foto de un equipo abatido en las dos primeras jornadas, con las victorias de Zeballos en el cuarto punto frente a Lukas Rosol, para mas tarde dejar el turno a Leo Mayer que hizo lo propio ante Jiri Vesely.
Se renovará la esperanza la próxima semana, entonces, cuando se haga el sorteo del 2014 y ver como le toca al equipo argentino el camino para intentar, otra posibilidad.
Argentina ha llegado 3 veces a cuartos de final (‘04, ‘07 y ‘09) en 5 años a las semifinales (‘02, ‘03, ‘05, ‘10 y ’12); y llegando a la final en otras 3 ocasiones (‘06, ‘08 y ’11), siendo el único equipo desde entonces en nunca ser vencido durante la R1.
Esperaremos entonces que Del Potro cumpla su promesa de estar el año venidero con la incógnita de si Nalbandian seguirá compitiendo y si las diferencias entre ambos podrán convivir.
Asi, Argentina encarará un 2014 con esperanza renovada pero siempre con la chance de naufragar. Mientras, la Davis sigue esperando, y nuestro destino atado a la historia de sufrimientos en el certamen por equipos, envejece una temporada mas.