Casi como en Nueva York

Fueron dos horas con seis minutos. En tres sets, Juan Martín Del Potro se impuso a Roger Federer y junto a el nº1 se metió en las semis del Sábado en el Masters de Londres que se disputa en el 02 Arena.

Juan Martín sabía de antemano que dependía solo de él, y que necesariamante debía ganarle a Federer hoy en segundo turno, sin importar lo que hubiera pasado temprano con Murray-Verdasco. Y aplicó sabiamente un libreto preparado para la ocasión. Me hizo recordar en el primer set y en varios pasajes del tercero, a la final de Flushing Meadows en Septiembre.

Arrancó con buen ritmo el partido, de hecho el primer game fue el mas largo del set, y de movida, con servicio de el suizo, Del Potro le robó el primer punto y luego sostuvo el suyo. Y no fue una ráfaga, al contrario, lo hizo con argumentos. Buen servicio, potente derecha y pesada, y sabia paciencia para meterse en el match. Federer no entendía mucho, no encontraba juego asociado, tiraba a las lineas pero largo, y su slice no estaba en su repertorio como en otras ocasiones y hasta parecía ausente en el desarrollo del match.

En se escenario, el único protagonista en el court esra el tandilense, que además de quebrar en el inicio. lo hizo luego en el quinto y terminó todo en un 6-2. Nunca ofreció alternativa para ceder su juego Juan Martín, y Federer no tenía argumentos pàra provocarlos.

En el segundo tenía que ocurrir algo si es que Roger quería seguir con vida. Y recuperó algo de tenis y aire, con algún bache en el juego de Delpo, es cierto, pero ahora lo aprovechó y estuvieron palmo a palmo hasta llegar al tie-break. Para ese entonces estaba con mas confianza el nº1, y lo notaba en su juego, aunque la sensación era de mucha paridad. Pero en momentos de estar por estirarse a 6-4 el marcador perdió una increible volea que lo sacó del partido. Cedió sus dos miniquiebres posteriores y allí Federer facturó con su saque y a el tercer set. Y a usar la calculadora.

No le impactó negativamente a Del Potro la perdida del set, se mostró concentrado y reguló pensando en atacar en el momento justo. Federer no salió con el brío que se esperaba, un poco porque volvió a ser el del primer set, sin constancia y desconocido, y es allí cuando el argentino leyó esa instancia del partido y esperó pacientemente. Porsupuesto que asumió riesgos, como cuando estuvo brindando dos chances de quiebre en el septimo game y las levantó. Tomo confianza y se animó.

El octavo game le quebró a Roger en la segunda oportunidad y no se bajó de su cima. Llevó con criterio y mucho nervio también el último game, y en el primer match point que dispuso vió como la pelota de Federer se iba en la paralela y terminó la historia.

Del Potro debía ganar cuanto mucho, por un 6-3 en ese parcial, y lo hizo desde la cornisa. No le pesó estar ante el nº1 y le jugó de igual a igual sin importarle el ranking y lo que se disputaba. Se aisló del entorno e impuso su propio libreto.

Lo cierto es que era su mejor partido desde su mejor y última actuación en Flushing Meadows, justamente ante Federer. Y allí mi memoria me llevó de vuelta a recordar esa final y hacer las comparaciones obligadas. Y pensar como había jugado Delpo esta tarde con Roger. Casi como en Nueva York.-

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