La bielorrusa dio el gran golpe al vencer a Elena Rybakina. Trepa al n° 2 WTA y arranca invicta en el año, tras el titulo en Adelaida y su triunfo en el primr GS de la temporada.
Arina Sabalenka conquista su primer GS en su palmares en tres sets y corona un inicio de año envidiable tras dos semanas de ensueño en Melbourne, luego de obtener Adelaida al inicio de año.
En una demostración en la que hizo pesar su imponente poderío físico, la bielorrusa consiguió este sábado su primer titulo Grand Slam, remontando una desventaja inicial ante la kazaja Elena Rybakina en la final del Australian Open.
Invicta este año, Sabalenka mantuvo se impuso por 4-6, 6-3, 6-4 a la última ganadora de Wimbledon y escalará tres puestos en la clasificación WTA, situándose como segunda por detrás de Iga Swiatek, igualando el lugar más alto en su carrera.
Poderosa, dueña de golpes letales y con el sello de sus rugidos imponentes para celebrar sus puntos, la tenista bielorrusa tenía como talón de Aquiles algunas flaquezas que la perseguían en momentos claves, al punto que acumulaba tres derrotas en las semfinales que había alcanzado de Grand Slam.
Pero esta vez fue diferente y en su primera final se sobrepuso a un inicio nervioso, con numerosas dobles faltas, y con 51 golpes ganadores impuso su ley en la Rod Laver Arena.
Lo celebró dejándose caer emocionada sobre la pista azul antes de abrazarse a su equipo y recibir su trofeo en una ceremonia sin bandera ni himno, dado que los tenistas de Bielorrusia, aliada de Moscú, compiten como neutrales por la invasión de Ucrania.
“Gracias a mi equipo, el equipo más loco del circuito. Hemos pasado por muchos bajones el año pasado, trabajamos muy duro y vosotros este trofeo. Es más por vosotros que por mi“, dijo la jugadora de 24 años, nerviosa e incapaz de esconder una risa incrédula.
Tanto Rybakina como Sabalenka se habían demostrado como las jugadores más en forma de un torneo donde muchas favoritas desertaron antes de tiempo. La primera era líder en servicios directos (45), la segunda en golpes ganadores.
Y durante casi dos horas y media realizaron una exhibición de fuerza ante el público del Rod Laver Arena con golpes que rozaban los 150 km/h, pelotas a la línea, puntos rápidos, saques directos (7 en los primeros 13 puntos) y restos traicioneros que tomaban a la rival a contrapié.
Y eso que el partido comenzó con una doble falta de la bielorrusa, despertando los fantasmas de la Sabalenka del pasado, que en 2022 cometió 428 dobles faltas, 151 más que cualquier otra jugadora. Cometió cuatro más en todo el primer set, en el que se encontró rápidamente con un quiebre en contra tras dilapidar una ventaja de 40-0 (1-1) con una doble falta y dos tiros desviados.
En cambio, ella apenas había conseguido 3 puntos ante el poderoso saque de Rybakina, hasta que pudo enganchar un energético remate en la red en un juego en el que terminó igualando el marcador. Sin embargo, dos dobles faltas la penalizaron y Rybakina, a placer desde el saque, le endosó el primer set en contra en 2023.
Ya en el tercer set vaya si le costó, pero Sabalenka finalmente empezó a encontrarse dentro de la cancha, redujo sus errores y encontró las líneas con sus golpes ganadores y así consiguió el ansiado break para colocarse 3-1.
La ventaja despertó a la fiera, que empezó a desplegar su potente golpeo y a presionar cada saque que Rybakina no conseguía ajustar. Desaprovechó varias pelotas de break, pero le bastó para llevarse el set con dos ‘aces’ consecutivos. La bielorrusa llegó pletórica de confianza al set definitivo y echó el resto con el 3-3. Rybakina salvó dos pelotas de break pero a la tercera hincó literalmente la rodilla al devolver un golpe de la bielorrusa, que luego la remató con una derecha ganadora.
En la primera final de Grand Slam que disputaba, le costó cerrar el campeonato pero, en su cuarto punto de partido, una derecha de Rybakina se escapó larga y dio el título a una Sabalenka que se dejó caer emocionada sobre la pista azul de Melbourne.
Con información de agencias