El equipo de Gaudio cumplió el objetivo de acceder a la chance directa de volver a las finales de Madrid en 2022. Pero también muchos ingredientes, lo económico, político y deportivo están en la agenda.
Este 2021 deja un saldo positivo por la Copa Davis para el equipo argentino, tras un fin de semana emotivo, cambiante y que permitió que el tenis por equipos se reencontrara con su público en el mítico Buenos Aires Lawn Tennis Club de Palermo.
Para la Asociación Argentina de Tenis (AAT), marcó poder sumar una humilde recaudación (se permitió solo el 70 % aforo) que mal no le viene a sus flojas finanzas, que extrañan la época de la obtención de la ensaladera en 2016 obteniendo el mayor premio, o sus cuartos de final en Madrid ’19 cuando cayó 2-1 ante la poderosa España dignamente, a la postre primer campeón del novel formato.
La victoria ante Bielorrusia, le permite además de los tickets, acceder a un prize money modesto por parte de la ITF en esta etapa de la competencia, que estimula para en la próxima poder superar una serie en marzo próximo con rival por definir aun, y acceder a la finales de noviembre ’22, en Madrid, Turín e Innsbruck.
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Con un peso devaluado, y los costos en el circuito en dólares, viajar, competir, y mantenerse, son un quimera. Gastón Gaudio así lo mencionó en la semana en conferencia de prensa virtual cuando dijo que la ausencia de juniors argentinos en los Grands Slams, era algo lógico “No podemos viajar a Mar del Plata, menos podemos ir a Paris o New York“
En lo deportivo, la Davis siempre depara sorpresas. Y esta edición, no fue la excepción. Los rankings, siempre han sido desacreditados por actuaciones consagratorias, y si no, pregúntenle a Schwartzman (15° ATP) que se comió dos cachetazos con Daniil Ostapenkov, un juvenil de tan solo 18 años sin experiencia profesional ni ranking ATP, haciendo sus primeras armas en torneos ITF y que con una autoridad enorme, le pintó la cara al argentino. Pella en el duelo posterior puso paños fríos ante Aritiunian empatando la serie.
El domingo, el susto en el dobles duro solo el set inicial, ya que Zeballos y Machi pusieron un cambio mas y en tres parciales bajaron las intenciones de Ostapenkov/Aritiunian, le dejaron la mesa servida a Schwartzman que supo borrar su mal sábado y con lógica pura batiera a Alex Sgirovsky, éste si con mas rodaje ATP, y para la estadística luego, Federico Coria supo como bajarle la espuma a Ostapenkov en sets corridos.
Otro ingrediente mas para este pasado fin de semana, lo constituye el regreso por equipos a la Catedral, algo que no ocurría tras 16 años, cuando Argentina vencía a Republica Checa.
Por ultimo, la despedida de Gastón Gaudio de la capitanía, dejándole el sillón a Guillermo Coria con libreto, en principio, muy similar a lo que la AAT desea a futuro, y el compromiso de poder obtener su lugar en 2022 en las finales, no solo para en lo deportivo volver a una elite, si no que en lo económico, poder aliviar y dar oxigeno a la institución, donde las elecciones asoman prontamente, y se precisa algo mas que un balance deportivo positivo.