El sueño se cumplió, ya no habrá mas sufrimientos. La Copa Davis dejará de ser un carma para nuestro tenis que ya ha ganado absolutamente todo.
Argentina se impuso a Croacia en Zagreb y conquistó en su quinta final, la primera Copa Davis para nuestro tenis tras cuatro finales perdidas que hicieron la obtención de este trofeo una cuestión de estado casi.
Cilic no pudo ante un Del Potro que estuvo en partido de manera constante y vació el tanque de combustible en el Arena. El croata tras un buen inicio, se fue diluyendo con el correr del partido mansamente dejando escapar su propia chance de sellar la serie.
Un marcador de 6-7 (4), 3-6, 7-5, 6-3 y 6-4 en casi cinco horas de encuentro, significó el segindo punto de Argentina que posibilitó mas tarde el cierre de Delbonis ante Karlovic.
El primer set, fue todo muy parejo comenzando mal el argentino cediendo su saque. Pero rápidamente se recompuso y tomo ritmo en su juego, recuperando el quiebre y obligando a Cilic a equivocarse y no ser tan peligroso como al inicio.
Asi, el TB marco el primer momento de tensión en al partido, y Cilic no aflojó escapandose rápidamente 5-0 para terminar cerrando 7-5 la definición.
Siguió la paridad en el segundo, con Delpo metido, enchufado y Cilic en igual frecuencia, sacándose pocas diferencias. Hasta que el local quebró en el quinto y el séptimo, desmoronando a Juan Martín mentalmente y dando señales en su físico.
El tercero, muy parejo de vuelta pero con otro semblante. Delpo al palo tomando riesgos, algo que era absolutamente necesario, y Cilic regulando con la tranquilidad de tener dos sets adentro. Hasta que todo llego al duodecimo game con Cilic sacando 5-6 y Delpo ya asegurando el tie break.
Una subida a la red de ambos terminó con una puena paralela del tandilense que le dió vida a Argentina y se adueñó de un set decisivo para sus aspiraciones de seguir con vida en al match. Eran 3 horas de encuentro y el suspenso volvió a ser protagonista, calmó la euforia de los croatas y provocó el delirio de los hinchas argentinos.
Con el ánimo mas encendido, Del Potro siguió en la misma senda, aprovechando cada bola que tenía como la última, enfocado y concentrado en cada punto. Masajeado desde el set anterior por Orsanic en cada descanso, sus piernas aún conservaban movilidad, que le faltó en el comienzo, pero que ahora eran confiables.
Cilic no era el mismo de ántes, un poco por el bajón que tuvo y otro por el nivel de Del Potro, lo que llevó al dramatismo y suspenso en el ultimo game para un quiebre tan necesario como brillante del argentino para estirar el trámite un parcial mas con final abierto.
En ese contexto, lo de Del Potro se trasnformó en épico. Porque no bajo los brazos, supo como dañar a Cilic, entendió el lenguaje corporal y gestual de su mellizo en el circuito, y de allí con inteligencia no dejó que escapara ninguna chance que dispuso. Era obvio, que arriesgar era la única receta porque ya no había margen y se precisaba hacerlo para asegurar a Delbonis luego en el quinto.
Con el triunfo tras un quiebre increible en el ultimo game, Del Potro consumaba una victoria que en el tercer set aparecía lejana. Ahora, había que ver si su proeza alcanzaba, porque Delbonis salía en minutos ante Karlovic en la otra cita copera.
Y Delbonis no defraudó. Inscripto su nombre eternamente en la historia de nuestro tenis por ser quien le dio el punto decisivo a Argentina en su primer ensaladera, el de Azul jugó mejor que ante Cilic el viernes.
Es que Karlovic, faltó a la cita, para desilución de los croatas. No hizo pesar su servicio, y con solo eso, se transforma en un jugador accesible y de pocos recursos.
Por eso, en tres sets por 6-4, 6-3 y 6-2, Delbonis supo como agrandarse, llevarse un trámite favorable y no desesperar ante la posibilidad. No le pesó la responsabilidad, impacto en los momentos justos y tiuvo la grandeza y humildad de los elegidos en la parada.
Fué práctico, muy expeditivo y sacó a un nivel sublime, metiendo aces y saques ganadores que Karlovic los veía pasar o dejar en la red.
Con el Arena hecha una caldera, la consagracion de Argentina deja definitivamente los fantasamas de la Davis. Ya es hora de pasar la hoja, mirar adelante y sacar chapa de grande con la copa en casa en 2017.
Alli se defenderá en primera ronda ante Italia en febrero y con un marco de gente que se avisora multitudinario.
Este grupo lo hizo, pero todos pusieron. Orsanic fue correcto en mencionar a Olivo, Monaco y Berlocq, como parte de este proceso y grupo que se generó en 2015, y que deberían haber estado allí, un detalle que a alguien se le escapó en la dirigencia.
Ya no será Argentina campeón moral, eterno finalista, el candidato de todos. Ya es campeón, y con eso solo basta .-