Nada que reprochar a Leo Mayer este sábado, y seguramente para él intimamente, tampoco. Ayer, el correntino quedo eliminado ante el japonés Kei Nishikori en la tercera ronda del US Open con un marcador de 6-4, 6-2 y 6-3, números que reflejan exactamente lo que ocurrió en la cancha entre ambos.
"Nishikori es mejor que yo. No me dejó hacer más. Arriesgué y fallé más de lo hago siempre" le decía a los periodistas en la rueda de prensa posterior a su encuentro. Y ayer, eso se vio en la cancha, dándole la derecha al "yacare" en sus impresiones acerca del partido.
Cierta paridad en el inicio del partido prometían esperanzas de otra buena actuación, pero a partír del quiebre promediando el parcial, la balanza se inclinó para el asiático, errando mas de la cuenta (29 errores no forzados, contra 19 del asiático).
En el segundo, muy poco cambio la escena. Con Nishikori dominando, y Mayer tratando, entre su poca puntería y la eficacia del oriental. Fue una ráfaga el parcial y el 6-2 ponía la medida exacta de lo que estaba ocurriendo.
Pero en el tercero, aflojo Nishikori y la oportunidad de quiebre la capturó el correntino que se puso 3-0 y su saque para estirar. Y allí reapareció de nuevo el asiático que se cargó seis games seguidos con mucha autoridad y dejo sin la última posibilidad de dar vuelta la historia, al argentino.
En dudas para este torneo por sus problemas físicos que lo han acompañado en todo el 2014, por el momento no los ha evidenciado el japones y eso lo ha plasmado en la cancha, ante Odesnik, Andujar y Mayer ayer.
De cualquier manera, para el correntino en materia de Grand Slam, el 2014 lo ha tenido bastante ocupado. En Roland Garros y aquí, hizo tercera ronda, y en Wimbledom, alcanzo los octavos. Desde el All England, a nuestro entender, Leo ha hecho un click en su carrera con un buen salto de calidad. Un giro que en el clay de Hamburgo confirmaría nada menos que ante David Ferrer en la final, obteniendo su primer título de cu carrera.
Para Mayer ahora, será momento de pensar en llegar un poco mas lejos en dobles junto a Berlocq, en dobles, y meterse de lleno en la Copa Davis, en el match ante Israel y en el que es el single n° 1 y principal carta para que Argentina permanezca en el Grupo Mundial.