Federico Delbonis extiende su buen momento en el clay europeo con un triunfo en su debut en París. Cayeron Francisco Cerúndolo y Nadia Podoroska en sus estrenos.
Una buena y dos malas en la segunda jornada de Roland Garros para los argentinos en Paris. Nadia Podoroska, Federico Delbonis y Francisco Cerúndolo fueron los tres argentinos que saltaron a la cancha este lunes sobre el polvo de ladrillo galo.
Francisco Cerúndolo (116° ATP), que protagonizó su debut absoluto en un Grand Slam, arranco temprano y jugó uno de los primeros partidos del día ante el brasileño Thiago Monteiro, (80°), un rival con el que nunca se había cruzado. Y no fue fácil para el bautismo en un grande para el mayor de los hermanos que asoman con fuerza en el circuito. Ante un adversario de mayor experiencia, Fran se despidió tras caer por un claro 6-3, 6-4 y 6-3 sin poder mostrar buena parte de su gran potencial.
Francisco de todos modos, dio pelea y por momento, solo en cuenta gotas, mostro algo de lo que la gira sudamericana lo llevo a ser finalista en Buenos Aires. El argentino había caído en la última ronda de la qualy (venció al dominicano Roberto Cid Subervi y al estadounidense Thai-Son Kwiatkowski y perdió con el italiano Alessandro Gianessi en ajustado encuentro), pero ingresó al main draw como lucky loser, gracias a la baja a último momento de Milos Raonic. Igualmente, para el fue una gran experiencia y desde lo económico, nada despreciable pensando en lo que viene a futuro en el circuito.
En otro de los encuentros Federico Delbonis (51°) entregó la única alegría de la jornada. Confirmó su gran presente y extendió esa buena racha en París. El héroe de Zagreb chocó con el moldavo Radu Albot, (89°) venciéndolo por 6-1, 2-6, 6-0 y 6-1, quien le había ganado el único partido que jugaron en el pasado (R1 de Lyon 2018). Pero este Delbonis, fue diferente y controlo el trámite, salvo en el segundo set, sin problemas.
Desde que comenzó a trabajar con Mariano Hood, los cambios se evidenciaron y en el arranque de la gira europea de canchas lentas, Delbonis recuperó las buenas sensaciones, esas que habían desaparecido en los últimos tiempos, dentro de la cancha y está jugando como hace mucho no lo hacía.
Alcanzó la segunda ronda en Montecarlo, donde arrancó desde la qualy; los octavos en Madrid y los cuartos en Roma, en ambos tras jugar la fase previa; y la semana pasada fue semifinalista en Belgrado. Una inyección de confianza y el recupero de su memoria tenística que le abrió caminos de protagonismo en el circuito. Esas buenas actuaciones, le permitieron recuperar terreno en el ranking: desde el certamen monegasco, escaló del 87° al 51° lugar -hoy es el segundo argentino mejor ranqueado-, y hasta llegó a pasar una semana en la 50ª posición. Ahora avanza en París, y lo que es mas promisorio aun, es que va por mas con mucha voracidad.
La mala de la jornada, por la ilusión de querer repetir mas que nada, vino del lado de Nadia Podoroska (42° WTA), que tuvo un debut para el olvido. La suiza [10] Belinda Bencic, (11°) fue demasiado para ella. Y se trató de un escollo imposible de sortear para la rosarina, que el año pasado se había convertido en la primera jugadora en alcanzar las semifinales del “grande” francés tras superar la clasificación. Fue una duro 6-0 y 6-3 para la europea luego de un primer set arrollador y un segundo parcial un poco más peleado.
Lucio imprecisa, mansamente atajando todo lo que le tiraba la suiza en el primer set, para en el segundo entrar un poco en el partido, aunque sin alcanzarle para doblegar a una rival, de otra jerarquía, y que era candidata en la previa. Esta derrota, le propinara caer en el ranking fuera del Top-50 tras el torneo.
La Peque, llevaba jugados solo dos torneos en esta gira de polvo de ladrillo (se perdió los primeros por una molestia en la cadera). Había llegado a los octavos de final del WTA1000 Roma, donde consiguió una victoria inolvidable en segunda ronda ante Serena Williams. Y luego alcanzó los cuartos en Belgrado.