Las sensaciones son inmejorables. Su lugar tenistico en el mundo, indudablemente, sigue siendo New York. Y la gente, contagia con su aliento y acompaña con aplauso incondicional y calido.
Asi, Juan Martín Del Potro esta transitando su US Open, con las miradas puestas mas seriamente en él, por muchos, y sin dejar de sorprender, a todos.
Y al que sorprendio, precisamente, fue a David Ferrer. En sets corridos y por 7-6 (3), 6-2 y 6-3 en 145 minutos, Del Potro se deshizo del 11° favorito, un jugador que a pesar de no tener su mejor temporada, tenía pergaminos y tenis como para no sólo llevarlo a un quinto parcial sino también para doblegarlo. Y de que manera.
En su foja de retorno, Delpo acumula ya exitos resonantes este año. Thiem en M1000 Madrid (vuelve a jugar ante el mañana), Wawrinka en Wimbledon, y se suma Djokovic y Rafa en Río, y regalandole malos momentos a Murray también allí. Y Ferrer ahora, marca que su regreso ya es una realidad incontrastable.
De menor a mayor, superó a Schwartzman sin la mejor imagen y regulando por momentos. Luego ante Johnson, dejó otra foto con mas decisión y recursos y mostrandose mas confiado en su juego. Y ayer ante Ferrer, entregó lo mejor, con servicio, derechas y visitas a la red mucho mas frecuentes que las de ántes.
Un 2-0 inicial que invitaba a soñar, pero que se replego para estancarse 2-5 abajo con Ferrer enchufado mas tarde del inicio. Y allí, comenzo su remontada, para en el tie break adueñarse contundentemente del parcial. Habia olor a partido largo.
Ferrer no pudo reaccionar, porque demas de mostrarse con el vigor de siempre se topo con Delpo on fire. Y los 66 minutos del set inicial, ya fueron solo 36 en el segundo para el 6-3. Ya había una tendencia.
El tercero, mostró mas repertorio de JM, con carreras de fondo, voleas quirúrgicas en la red y algunos passings implacables que desparramaron a Ferrer, que sigue corriendo pero ya no como ántes, sin piedad en la cancha.