El esfuerzo fue mayúsculo, las ganas estaban intactas, y la hazaña, no estuvo tan lejos. En una noche soñada, Juan Martín Del Potro se llevó la medalla de plata en Río, ante un inmenso Andy Murray, que repitio el oro de Londres 2012, venciendo al argentino en cuatro sets por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5 en cuatro horas de maratonica lucha.
Hay muchas conclusiones que dejara esos JJ. OO. para Delpo: que esta de regreso definitivamente sumando victorias de gran calibre ante Djokovic y Nadal, y por momentos dibujandolo a Murray anoche.
Del Potro cayó en una dura final ante el británico Andy Murray, un 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5 en el que dos factores fueron decisivos, el gran momento del escocés, por un lado, y el agotamiento físico y emocional del tandilense, por el otro.
Cuatro horas y dos minutos de un tenis por momentos abrumadoramente emotivo. Y luego de haber dejado en el camino, y en ocho días, a Novak Djokovic y a Rafael Nadal.
Finalizado el encuentro, Murray dijo que este había sido "el partido más duro" que había tenido que jugar para hacerse "con un título importante. Estoy realmente feliz. Este ha sido uno de los partidos más difíciles que he tenido que jugar para ganar un título importante. Ha sido muy duro física y emocionalmente", subrayó.
La lucha por el oro terminó por ser una lucha por la supervivencia. Dio la sensación de que ambos sufrían para mantenerse en pie. Y que el primer premio de Río 2016 iría a parar para el que fuera capaz de mantenerse menos castigado físicamente. Murray rompió a llorar tras lograr la victoria en una titánica lucha ante Del Potro.
Tres sets iniciales en dode alternaron dominios, errores y aciertos, presagiaban un match largo que al menos aseguraba un cuarto set y tal vez un quinto, algo que estuvo cerca si Delpo hubiera podido cerrar recibiendo 5-3 o sirviendo 5-4 en ese cuarto, algo que finalmente no ocurrió.
En ese tramo final, hubo más roturas de saque que servicios ganados. Intercambios más largos, tiros profundos y errores no forzados para el adversario.
Ese cuarto set fue prueba de todo ello. Acaparó todo el dramatismo sobrepasadas, de largo, las tres horas de partido. Rostros desencajados, andares pausados y tiempo, mucho tiempo entre un punto y otro en busca de respiro. Fue el tramo final de un choque jugado a los tirones.
Del Potro reaccionó y se embaló con una ventaja que fue significativa. Aún fresco, estaba protegido por un servicio poderoso. Y su drive le funcionaba a la perfección.
Pero la duración del match empezó a hacer estragos en ambos. Con menor precisión cada uno cedía su saque de forma consecutiva. Hasta que Del Potro se situó con 5-3 y el saque de su rival. Pudo cerrar el set y alargar el juego, pero no lo consiguió. Las fuerzas eran ya escasas. Y se repitió en el 5-4 de nuevo con el sirviendo.
Pero el escocés, que ha madurado en esto, mantuvo el temple. No solo se defendió, sino que ganó cuatro parciales seguidos para dar un giro a la situación y cerrar el triunfo de oro.
Bronce para Nishikori
Más temprano, el japonés Kei Nishikori se quedó con la medalla de bronce al derrotar al español Rafael Nadal por 6-2, 6-7 (1) y 6-3.