Las horas en Delray Beach para Juan Martín Del Potro son de alegría y cierta euforia. Tras once meses sin competencia y de regreso "al trabajo" fue vital en su debut ante Kudla antenoche estar solo una hora en cancha y pensar ahora en su segundo triunfo consecutivo. Ir de a poco, es una de las metas del ex-n° 1 argentino.
Esta noche, enfrentará al australiano [Q] John Patrick Smith (135º), que se dio el gusto en la primera ronda de bajar al gigante croata [3] Ivo Karlovic, campéon defensor.
Para Delpo, aún en un cuadro abierto y con la posibilidad de seguir avanzando, ganar o perder es secundario porque el mañana es demasiado lejano y sus sensaciones son minuto a minuto: "Me siento bien, estoy bien, la mano está bien, no tengo dolores anormales". Al fin y al cabo, el triunfo más importante del tandilense es estar sano.
Ya su triunfo le pasó buenos dividendos: dejó el 1042° del ranking para al menos, llegar hasta hoy al 751°. Pero eso no le preocupa, su gran desafío es no sufrir dolores y crecer en su tenis para "ser peligroso nuevamente" como dijo a los medios posterior a su duelo del lunes.
Ayer por la mañana el tandilense practicó nuevamente con el joven Jakub Wojcik, convertido en sparring habitual durante este torneo. Acompañado por el fisioterapeuta Diego Rodríguez (ex de David Nalbandian), enternó por espacio de sesenta minutos intensos frente a más de veinte fanáticos que lo miraban seguir calibrando un revés que necesita rodaje para volver a ser el que fue.
Como en su primer match oficial en once meses, se lo notó cansado en los peloteos más largos como consecuencia del tiempo fuera de las canchas. "Necesito cansarme, que me apuren, entrar en ritmo" aseguró en la conferencia post partido.
Por los porotos jugará nuevamente esta noche. Y será otra prueba para Delpo, que cada rival que enfrente le pedirá una exigencia mayor. La que busca y precisa para estar nuevamente en su lugar ideal, un court de tenis.-