Momento de oportunidades. En la parte baja del cuadro ya no está Rafael Nadal. Rachas al margen, el español era un gran candidato para llegar lejos en este torneo, pero su adiós fue tempranero. Por eso, en esta mitad de la llave son Stan Wawrinka y Andy Murray quienes surgen como principales animadores. Ambos, sin problemas, a tercera ronda. Además, David Ferrer le puso punto final a la carrera de Lleyton Hewitt.
El suizo, campeón en Melbourne en ’14, se deshizo con facilidad de [Q] Radek Stepanek por 6-2, 6-3 y 6-4. Wawrinka no tuvo contemplaciones ante el checo, alicaído en su juego después de una serie de lesiones que lo hicieron transitar por una olvidable temporada pasada. Incluso aquí tuvo que sortear la clasificación.
El cuarto favorito destrabó el encuentro desde bien temprano. Tuvo chances de quiebre en su primer turno de devolución y se quedó con el saque de su oponente en el segundo, para el 3-1. Luego un nuevo break para cerrar el set.
En la segunda manga, historia similar. Golpe desde el resto para el 2-0 y solidez con el servicio -un sólo game se fue a ventajas, sin puntos de quiebre- para sacar dos parciales de distancia.
En el cierre, Wawrinka selló cualquier ilusión de Stepanek al recuperar el quiebre de ventaja en el sexto game y al levantar tres breaks en el 4-3 y otros tres en el 5-4, en un set que duró 57 minutos. Su próximo desafío, el peligroso y agresivo Lukas Rosol, que viene de sacar en sets corridos a Jack Sock.
Mientras tanto Murray, Nº2 del mundo y cuatro veces finalista en Melbourne, parece tener el camino bastante allanado para escalar. Igual, debe ratificarlo partido tras partido. Como pasó este jueves, en la madrugada de América Latina, cuando superó al local Sam Groth, 67º del mundo, de buen servicio pero mayor irregularidad, por 6-0, 6-4 y 6-1.
El escocés, que venía de realizar fuertes declaraciones contra la ATP por el tema de apuestas, dio una clase de tenis. Una vez más, dejó en claro que esta superficie y este certamen le sientan muy bien. Con el 82% de los puntos conseguidos con el primer saque, el escocés frenó ese armar clave del australiano, lo maniató y le varió los ritmos y alturas hasta enloquecerlo.
Murray se sacó de encima a un adversario que intimidaba más por su servicio que por el global de su juego. Polémica al margen, este claro éxito le permitirá medirse con el portugués Joao Sousa, verdugo del colombiano Santiago Giraldo.
A su vez, en uno de los últimos choques del día, David Ferrer, octavo sembrado, no le dio opciones a Lleyton Hewitt y lo superó por un claro 6-2, 6-4 y 6-4. El australiano, de esta manera, se retiró del tenis de manera oficial; ahora, su futuro será como capitán de Copa Davis.
Siempre desde atrás y lejos del marcador, Hewitt regaló sus últimos tradicionales "c’mon" al recuperar el quiebre para el 3-3 del tercer set; fue la única chance (de diez) que pudo aprovechar su punto de break. Tras poco más de dos horas y media de acción, Ferrer le marcó la puerta de salida con un tenis agresivo y sin fisuras.
Asi se retiró otro grande que va dejando paso a la nueva generación. En emotiva despedida con sus tres hijos, Hewitt se fue por la puerta grande, en muy buen nivel tenístico a pesar de una catarata de operaciones y lesiones, el veterano australiano dejó su labor de jugador para ocupar la de conductor de su equipo por la ensaladera de plata.
Lo mejor de la despedida de Hewitt ante Ferrer