Fue el partido de la jornada en Roland Garros, sin dudas. Tapó las derrotas de Nishikori y Wawrinka como Top-10 en R1, superó las expectativas de todos. El estadio, que empezó por la mitad de completo, se llenó durante el partido. Estamos hablando claramente del match de la jornada, del que protagonizaron Facundo Bagnis y Julien Benneteau.
Buen triunfo del rosarino que venía desde la qualy, que acompaña una jornada fantástica para los argentinos en París, ya que además triunfaron Leonardo Mayer y Paula Ormaechea, una prolongación de lo hecho por Diego Schwartzman tras su victoria de ayer.
Empezamos por Bagnis por que es lo correcto en su importancia y por lo que dejó su actuación. El rosarino venía desde la qualy y debutar ante un local y nada menos que Julien Benneteau, era cosa seria y había que ver como absorbia esa presión y sacaba una actuación correcta.
Y vaya si pudo, y con creces. Dos primeros sets soñados, con un drive implacable, y sin darle aire a Benneteau que no encontraba como entrarle al argentino. Asi, los dos primeros se fueron en un suspiro en una hora exacta y dejando atonitos a todos.
Hasta que se despertó el francés y la cosa se emparejó. En poco mas de una hora de partido (63 min) mostró sus credenciales y Bagnis se arrinconó quedandose sin argumentos, copado por la embestida de Benneteau. Hasta allí todo muy parejo con la emoción que se trasladaba al quinto set, donde lo mejor estaba por venir.
Los 144 minutos del set definitivo, valieron la pena. Porque hubo emoción y ambos no se guardaron nada. Sin poder quebrarse la paridad llego hasta el 22° game donde Benneteau sacaba para match, y por poco, pero pot muy poco, se fue la bola de match para el galo.
Lejos de asustarse por haber estado en la cornisa, Bagnis siguió aplicado a su libreto, aunque a esta altura, las fallas de ambos producto del desgaste empezaron a notarse.
Aún asi, ambos ganaban cómodos sus juegos sin riesgos para que la lucha se inclinara a cualquiera de ellos. Pero en el 33° game, se vino el triple break para el santafecino, dejando escapar dos pero facturando en el tercero, desplomándose en el piso, saludando luego a Martín Vassallo Arguello (su coach) y cubriendose con su remera el rostro llorando en su mas íntima privacidad.
"Se me vino la imagen de mi abuelo, que falleció hace casi un año y él era un gran fanático mío y soñaba con verme en la televisión. Hoy era televisado y me hubiera gustado que lo viera. Pero creo que estará muy orgulloso de mí", dijo a la prensa Bagnis para explicar porqué lloraba mientras se tapaba con su remera al final del partido tras la gesta lograda.
El marcador, indicaba que en 244 minutos el argentino ganaba su primer partido de Grand Slam ante un jugador experimentado y siendo local, por 6-1, 6-2, 1-6, 3-6 y 18-16 y la llave para jugar en la segunda ronda ante el leton Ernest Gulbis, reciente ganador del ATP-250 de Niza.
Bagnis jugaba un cuadro principal de Grand Slam por primera vez, luego de pasar la clasificación, instancia en la que había quedado eliminado en nueve ocasiones de los torneos de esta magnitud.
Pero también hubo otras victorias en una jornada para no olvidar. En la mañana jugaba Paula Ormaechea que venció a la suiza Romina Oprandi (189ª) por 7-5 y 6-2 luego de una hora y 18 minutos de juego.
En la próxima ronda la espera la rumana Monica Niculescu (76ª). La mejor tenista argentina participa por tercera vez aquí, donde accedió a tercera ronda el año último, en su mejor actuación en los Grand Slam. Si logra vencer a la europea, la esperará casi con seguridad en la tercera fase la rusa María Sharapova.
Y ya entrada la tarde, le tocaba el turno a Leonardo Mayer, que se estrenaba ante un jugador de la fase previa, el australiano James Duckworth. Tras el susto del inicio, en el que cedio el primer parcial, se acomodó el correntino rapidamente en el trámite para pasar adelante en el marcador, y definir en el tie break del cuarto set.
Fue con un tanteador de 5-7, 6-2, 6-4 y 7-6 (2), en un torneo que le sienta bien, ya que en las ediciones de 2011 y 2012 llegó hasta la tercera ronda.
Tres debuts y otras tantas victorias, que se suman a la de Diego Schwartzman ayer y dejan un buen saldo hasta aquí de la participación argentina. A pesar de la derrota de Arguello en manos de Stepanek, el cordobés dejó una foto mas que saludable y se agrega al buen momento de la colonia en París.
Mañana, se completa el lote de compatriotas. Debutarán Federico Delbonis, Carlos Berlocq y Juan Mónaco,