Un día negro, de esos que habrá que olvidar y pronto. En el US Open, había tres argentinos en jugar por la segunda ronda, en varones y damas, y todos fueron eliminados sin discución.
Federer vapuleó en la tarde a Berlocq por 6-3, 6-2 y 6-1, casi al unísono Maximo González era derrotado por el local Jack Sock en cuatro parciales, y bien temprano en la jornada, en el mediodía, Paula Ormaechea podía hacer muy poco ante la superioridad de Sabine Lisicki en sets corridos.
Hoy Federer fue implacable, nunca dio la impresión de darle chances al argentino, ni aún cuando le quebró Berlocq su saque, que luego recuperaba rapidamente durante el inicio en el segundo set.
Un primer set en el que se vio lo mejor de Berlocq, aguantando, y tratando cuando pudo, de hacer daño. Por contrapartida, Federer nunca vio en peligro su juego, y en cada oportunidad que apretaba el acelerador, dimensionaba la distancia entre ambos. Y en solo 31 minutos el 6-3 parecía generoso para con el argentino en el desarrollo del parcial.
Con un set adentro, Federer no quiso perder el tiempo y siguió mandando, siendo cada vez que pudo incisivo. A pesar de ceder ambos sus saques en los tres primeros, el suizo supo tomar distancias y empezó a apurar el desarrollo para marcar terreno. Y Berlocq no le podía seguir el ritmo, y con ese panorama el 6-2 se ajustaba a lo que sucedía en el Arthur Ashe.
Con la tendencia ya bien marcada, Federer solo se ocupó de no alargar innecesariamente el match, y solo se limitó a aprovechar todo lo que generara en su juego, vistoso y por momentos agresivo, además de los errores no forzados de Berlocq, que colaboraba en ese aspecto. Asi, el epilogo del encuentro se precipitó para cerrar el set y el duelo por 6-1, y a pensar en la tercera ronda con lo que viene.
Para Charly, queda el sabor de haber jugado con todo lo que tenía en sus armas, entrega y tenis con cuentagotas, muy poco para hacerle frente a Federer. En cambio para el quintuple campeón, el gusto de pasar de ronda con poco desgaste y avisando que su tenis goza de buena salud.
En simultáneo, se jugaba el encuentro entre el tandilense Maximo González y el local Jack Sock en el court 11, donde mucha paridad se veía en el principio del duelo. Para Machi González, las cosas se le complicaron a partir del tercer set. Haciendo una buena labor, de alguna manera lo tenía controlado a Sock, pero perdió el rumbo a partir de allí y se le escapo el partido.
Un primer set que se le fue por poco en el tie break, lo tonificó igualmente para meter mucha presión y controlar el trámite en el segundo donde fue contundente con un 6-1 lapidario.
Pero el final del tercero, lo sentenció, y no pudo retomar el ritmo inicial dejandole la posta al norteamericano, dueño de un drive que es un misil y que sabe muy bien esconder en el momento de impactar. Y en el ultimo set, todo fue de Sock, que solo se concentró en capitalizar los errores del tandilense para sellar su triunfo y adquirir el pasaje a la R3 en Nueva York.
Sock, 86º ATP, tuvo más recursos para superar a ‘Maxi’ González (247°) en un encuentro donde compensó sus 39 errores no forzados con 30 tiros ganadores y un mejor trabajo en la red, donde consiguió 22 de los 28 puntos que subió a pelear.
Ya en el cuarto parcial, con el argentino agotado, no pudo impedir otro quiebre fatal en el arranque que selló la suerte del encuentro.
Sock, que ya reeditó su mejor actuación en abierto neoyorquino, cuando llegó a tercera ronda el pasado año, buscará mejorar cuando enfrente en su próximo partido al serbio Janko Tipsarevic (n°18), quien doblegó al israelí Dudi Sela por 6-4, 6-4, 6-1.
Por el lado de las damas y bien temprano, la germana Sabine Lisicki superaba a Paula Ormaechea, por 6-2 y 6-3, para acceder a la tercera ronda, en un fácil trámite para ella.
Lisicki, decimosexta favorita en Flushing Meadows, impuso su juego en la primera manga ante Ormaechea que venía de vencer en el debut a la japonesa Kimiko Date-Krumm, quien sintió desde el primer momento los duros impactos de la alemana, apoyada en quince golpes ganadores, para finalmente tomar una ventaja de 6-2.
El guión del partido no cambió en el segundo set, donde la tenista germana mantuvo la solidez de sus golpes para cerrar su pase a tercera ronda con el definitivo 6-3 en setenta minutos.
"El torneo me deja experiencias, el año que viene vendré por más, está totalmente claro. Tengo un camino muy largo que recorrer todavía", dijo a la prensa Ormaechea tras su caída.
"Yo sabía que le pegaba duro pero hasta que no lo vives no sabes cómo es, yo estaba pensando que de las que he jugado hasta el momento es de las que más fuerte le pega", agregaba luego, y reconoció que "los nervios", que ya sufrió en su debut, volvieron a jugar en su contra.