Ganó, alcanzó la final, y ahora tiene la oportunidad de darle un guiño a la historia. Andy Murray venció 6-7 (2), 6-4, 6-4 y 6-3 a Jerzy Janowicz y el domingo definirá Wimbledon ante Novak Djokovic, quien dejó en el camino a Del Potro. El escocés podría romper con la malaria del césped londinense y darle a Gran Bretaña otro campeón nacido en esas tierras. Fred Perry, en 1936, fue el último en lograrlo.
El duelo más esperado por la gente se lo llevó Murray. Igualmente, el escocés, campeón del US Open ’12, debió empezar sufriendo. Fueron saque a saque, hasta que su rival jugó más punzante y agresivo en el tie-break y se adueñó del primer capítulo.
Para despertarse él y también a su público, el talentoso y versátil escocés le quebró el servicio al polaco en el primer game, sufrió para mantener el propio en el octavo juego y ganó finalmente el propio, acto seguido, para así poner paridad en el marcador y motivar más a la gente.
Apoyado en sus variantes desde la base y en atacar con tiros oportunos y claros, Murray siguió complicando a Janowicz, quien solventa su tenis en su gran saque y en su potente derecha. En el tercero pegó primero el polaco, quebrando el saque del local en el cuarto game. Se adelantó 3-1. Pero se recuperó Murray en el séptimo y quedó 3-4. Volvió a romperle el saque al polaco y se puso 5-4 y luego cerró el parcial.
Allí llegó la bronca de Murray. Sí, raro, pero porque, aún con luz natural en la cancha central, el juez principal del torneo le comunicó que iban a correr el techo por la cercanía de la noche. Pero volvió a sonreír en minutos, ya dispuesto a cerrar la batalla y sacar otro boleto a la gran final londinense.
Con otros dos quiebres fundamentales en el cuarto, el segundo en el noveno game, cerró la tarea y silenció a un Janowicz que sigue en alza y acaba de disputar su primera semi en un certamen Major.
Janowicz, quien soñaba con ser el primer polaco en alcanzar una final de Grand Slam, no se la hizo fácil a Murray. Luchó desde el primer set, arriesgó, y terminó ganándolo en el tie break. Después, el local hizo abuso de su potencia en el saque, clavó un total de 20 aces, y se llevó los tres parciales restantes.
Ahora, a pensar en la final.-