Sin las principales figuras que todos esperaban en los tramos finales, esta edición del Masters 1000 de Madrid, se recordara por los batacazos de grandes partidos, y que atentaron con tener en los tramos finales a los máximos favoritos.
Grigor Dimitrov bajó a Djokovic para caer luego ante Wawrinka. Lo mismo hizo Kei Nishikori derrotando a Federer y despedirse luego ante Andujar (una de las sorpresas sin dudas), y ayer cayó Murray, pero claro, ante Berdych es otra cosa y que estaba en los calculos frente al poderoso checo.
Asi las cosas, Rafa Nadal tiene todos los pronósticos a su favor para meterse en la final cuando se mida con Pablo Andujar, y luego mas parejo es el de la otra llave, entre Stanislas Wawrinka vencedor de Jo Wilfried Tsonga, y Tomas Berdych.
Ayer y en el gran duelo local, el español Rafael Nadal, quinto favorito, se impuso por 4-6, 7-6 (3) y 6-0 a David Ferrer, cuarto cabeza de serie. Su próximo rival será otro compatriota: Pablo Andújar, verdugo del japonés Kei Nishikori.
Una vez más los antecedentes pesaron en cancha. Esos que marcaban que Nadal mandaba por 17-4 en enfrentamientos personales (14-1 en clay) y que no caía en arcilla ante Ferrer desde 2004. Este viernes estuvo contra las cuerdas, es cierto, pero su compatriota no supo cómo cerrarlo y terminó dando vuelta la historia. Fueron poco más de dos horas y 35 minutos de emoción, con muchos errores de ambos lados, dudas e incertidumbre, pero con el ganador de -casi- siempre: Rafael Nadal.
David Ferrer, vale decir, salió con un claro patrón de juego. Ser ofensivo y cargar sobre el revés de Nadal. Parado sobre la línea, asumiendo mayores riesgos y haciendo pegar la derecha en movimiento al ex número uno, el de Javea se puso como dominador de las acciones.
Con Ferrer dominador, la tendencia parecia que se ponia de su lado, pero nada de eso. A Rafa, nunca lo des por muerto. Llego a estar 4-2 en el segundo set y sacando, pero la bestia siguio su instinto y todo cambió cuando llegaron al tie-break que se llevo el ganador del Godó.
Todo se definia en le tercer set. Ahí, punto de inflexión. Nadal quebró rápido para ponerse 2-0 y terminó de romper anímica y psicológicamente a Ferrer, que no pudo volver a meterse en el partido. No hubo equivalencias en el parcial decisivo y el ex número uno del mundo, sin dar muchas oportunidades y aprovechando al máximo los errores de su oponente, cerró la historia sin ceder games y se clasificó a semifinales.
Ahora, en el sector inferior del cuadro de Madrid, espera por el invitado local Andújar, quien superó 6-3 y 7-5 a Nishikori (14º cabeza de serie), el verdugo de Federer en octavos de final.
Andújar, ex 33º en septiembre del año pasado y ahora 113º del mundo, se dio un gusto para pocos al instalarse por primera vez en su carrera en semifinales de un certamen Masters 1000. Eliminó al japonés tras una hora y 51 minutos, siendo más sólido y a la vez sufriendo en el segundo set, ya que llegó a sacar con ventaja de 5-2 para sellar la victoria.
En tanto, Berdych (6º), finalista en la capital española en 2012, derrotó a Murray (3º) por 7-6 (3) y 6-4 en dos horas y dos minutos de juego. Así, el checo rompió la paridad entre ambos y se adelantó 5-4. Con un tenis más potente que el juego tan táctico de Murray, fue más oportuno a la hora de saber definir las chances de quiebre, ya que definió 3 de 7 mientras que el británico sólo logró 2 de 9.
Al checo lo aguarda en la segunda semifinal de hoy Stanislas Wawrinka (15º cabeza de serie), quien se impuso a Tsonga (7º) por 6-2, 6-7 (9) y 6-4 tras una hora y 53 minutos de juego, en el cierre de la jornada, cerca de las 2 de la madrugada del sábado en suelo español.
Este es el primer torneo Masters 1000 sin que ninguno de los cuatro máximos cabezas de serie haya llegado a las semifinales desde París-Bercy de 2008, en superficie rápida y bajo techo, cuando Tsonga se coronó campeón.
Particularmente en Madrid, desde el 2007, cuando lo ganó Nalbandian siendo n° 27 ATP, que ninguno de los cuatro primeros se llevaba el certamen.