La lluvia se hizo presente durante toda la jornada ayer en Flushing Meadows. La bronca de la gente, también. Las eternas discuciones acerca del techo que necesita el complejo, se reflotaron, como todos los años, pero sobre todo desde los últimos, cuando se ha definido al campeón los días lunes.
Y en medio de ese conflicto, del problema que hace unos días aqueja al torneo, jugaban Del Potro y Roddick, con todo el condimento por la probable despedida del de Nebraska, en caso de caer ante el tandilense.
Pero ambos, a pesar de las demoras en el comienzo del match (empezó casi una hora después) aportaron lo suyo, tenis y de nivel a medida que crecía el partido. Eso fue lo que le pusieron, tal como se esperaba, Juan Martín Del Potro y Andy Roddick en los 55 minutos que pudieron jugar anoche aquí, en este Abierto de los Estados Unidos pasado por agua.
Hasta el tie-break, el partido estaba a la altura de los protagonistas. Tomó ventaja Roddick, que de movida aportó un saque demoledor y afinado, que le permitió alcanzar un 5-2 que parecía inapelable. A partír de allí, Delpo comenzó a jugar profundo y abriendo con angulos a las lineas. Es que las visitas a la red de Roddick le habían hecho daño, y no conseguía tomar las riendas del match el n° 8 ATP.
Juan Martín, había demorado en calentar motores, y coincidió con la merma en el servico del local, y asi la cosa se emparejó hasta llegar al tie-break. Con una ventaja de 1-0 y por sacar el argentino, la lluvia dijo basta, y a dormir todo el mundo. La nueva cita será para hoy, si el clima asi lo permite, desde las 13:30 horas aproximadamente de nuestro país.
El resto
A medida que había avanzado la lluvia sobre Flushing Meadows, se habían ido corriendo algunos partidos. De escenario y de día. Para el segundo turno en la cancha central, después del triunfo de Victoria Azarenka sobre Samantha Stosur, se había programado originalmente el duelo entre Maria Sharapova-Marion Bartoli y Stanislas Wawrinka-Novak Djokovic.
Sólo 24 minutos pudieron jugar Bartoli y Sharapova. Los suficientes para que la francesa trepase hasta el 4-0. Sacaba 15-30 cuando la lluvia dijo basta. Después se confirmaría que este encuentro continuará hoy, si la lluvia obviamente se hace a un lado.
Mientras tanto, el choque Wawrinka-Djokovic se reprogramaba para después de Ferrer-Gasquet en el Louis Armstrong; el que debían protagonizar Janko Tipsarevic-Phillip Kohlschreiber en el Armstrong se pasaba al Grandstand.
“Cambien todo lo que quieran, yo igual me quedo acá” , parecía decir la lluvia, imperturbable, mientras el público aprovechaba para comprar en los distintos stands y para seguir rindiéndole pleitesía a esa coupé blanca alemana de 154 mil dólares que está en exposición bajo la flamante terraza del Red Star Café, el restaurante patrocinado por una firma cervecera.
Djokovic -el defensor del título-vencía 2-0, mientras que Tipsarevic se imponía 5-2 y 40-40. Todo quedó en veremos. Todo pasó para hoy, que habrá tenis y más tenis, de la mañana a la noche. Si su majestad la lluvia no opina lo contrario, desde luego.