Otro gran día para Schwank

Fue otro gran día, de esos que hay que saborear intensamente. Ya muchos estan hablando del cruce con Rafa el sábado, pero para eso falta. Hoy, hay que disfrutar la victoria. Y mañana se verá …

Eduardo Schwank esta saboreando sensaciones impensadas esta edición de Roland Garros. Ya iguala lo hecho en 2008 cuando llegó también a tercera ronda. Ese año, y también viniendo desde la qualy, ya había dado que hablar en su debut eliminando al 16° favorito, Carlos Moya en cinco sets por 7-6 (4), 6-2, 6-7 (1), 4-6 y 6-3. Luego en segunda se cargó a otro español, Marcel Granollers por 6-7 (5), 6-2, 6-4 y 6-4. Hasta que cayó ante el local Paul Henry Matheu por 6-2, 3-6, 6-3 y 7-6 (9) .

Hoy, se dió el lujo de ser uno de los protagonistas de la jornada nuevamente al vencer al siempre difícil e incómodo Florian Mayer (32°) en cuatro sets por 2-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (4) tras dos hora y 30 minutos de juego. El santafesino (192°) podría escalar 40 posiciones en el ranking de la ATP.

Y como apuntabamos al inicio, su rival será el español Rafael Nadal, quien aplastó al uzbeco Denis Istomin por 6-2, 6-2 y 6-0.

Tras un comienzo impreciso, sin sentirse cómodo y saber por donde entrarle al alemán, Eduardo no consiguió plasmar su juego y poder mandar en el partido. No extrañó el 6-2 para el europeo hasta allí.

En el segundo, pudo quebrar, y sacar diferencias. Y también empezó a jugar con un revés mas potente y menos slice, sorpendiendo por momentos a Mayer. Y empezó a mandar en el partido, sin dejar el control por largo rato.

Es que en el tercero la tonica fue similar, con Schwank arriba en el marcador, sin dejar que se arrimara mucho y dando muestras que no estaba dispuesto a ceder facilmente. Mayer tuvo tibios intentos, pero fracasaron, ya que Eduardo estuvo firme y no cedía.

Pero había que ver como respondía para cerrar al partido. Y allí Mayer sacó lo mejor de si, mas efectivo y lanzado, jugandose el todo por el todo, ya que no tenía mas margen. Pero Schwank no se cayó, estuvo firme, y fue todo muy parejo, hasta llegar al tie-break, en donde el argentino estuvo siempre adelante.

Para entonces, las pilas del alemán estaban casi terminadas y mentalmente la cabeza no respondía como al comienzo. Fue cuando todo termino para el europeo y Schwank redondeó una actuación perfecta.

Será tiempo de disfrutar el triunfo y luego pensar en Rafa, con todo lo que ello significa. Será otra cancha, otro marco, un momento único para él, jugar ante el rey de polvo de ladrillo casi como en su casa, dónde es imbatible desde hace seis temporadas.

Y también, sin importar el resultado, difrutará el momento y lo atesorará en su retina. Y lo tiene merecido .-

Schwank habla con ESPN

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