La renuncia del número dos del tenis mundial se conoció esta semana en Miami, pero el español no ofreció aún una explicación pública de las razones que lo llevaron a tomar la decisión, aunque los desacuerdos con Federer, presidente del consejo, eran conocidos.
Nadal sorprendió en enero en Australia con duras declaraciones sobre el suizo, con el que siempre mantuvo una relación en apariencia impecable: "Estoy en desacuerdo con él. Es muy fácil decir yo no digo nada, todo es positivo y quedo como un ‘gentleman’ (caballero) y que se quemen los demás".
Aquella inusual explosión verbal tenía que ver con las diferencias de Federer y Nadal en el consejo de jugadores de la ATP. El español reivindica un acortamiento aún mayor de la temporada y un ranking bianual en vez de anual, propuestas que el suizo rechazó públicamente de plano.
Nadal reconocería días después que se había equivocado al hacer públicos sus pensamientos sobre Federer, ex número uno del mundo al igual que él, aunque no rectificó el fondo de sus afirmaciones.
El español y el suizo también confrontaron acerca de la elección del nuevo director ejecutivo de la ATP. Nadal prefería al holandés Richard Krajicek como sucesor del estadounidense Adam Helfant, pero Federer respaldaba al neozelandés Brad Drewett, que fue finalmente el elegido.
El portavoz del jugador, consultado por la agencia alemana DPA, se negó a dar detalles sobre el tema, aunque aseguró que Nadal se referirá al asunto en la rueda de prensa posterior al partido que lo medirá al japonés Kei Nishikori.