El tenista español Carlos Moyá no pudo contener la emoción en el homenaje que recibió por su reciente retiro en un partido de exhibición que ganó el domingo ante el argentino Guillermo Cañas en la superficie rápida del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
Moyá, de 34 años, emocionó hasta las lágrimas tanto a su esposa Carolina Cerezuela, que estaba en la tribuna, como al público, que lo adoptó por su juego y carisma como a un ídolo después de ganar en 1995 en Buenos Aires su primer título profesional.
"Este es el día que uno espera que nunca llegue, pero la vida es así, tuve una despedida soñada, en una pista llena y con grandes amigos", dijo Moyá después de vencer a Cañas 4-6, 6-1 y 7-2 en un "tiebreak" que reemplazó al tercer set.
"Difícil expresar con palabras el agradecimiento eterno que voy a tener con la gente", destacó el ex número uno del mundo, quien anunció su retiro del tenis el 17 de noviembre de este año. "Aquí gané mi primer torneo y empezó todo para mí y he seguido volviendo por el cariño del público, siempre hubo una química especial y son sensaciones que nunca olvidaré", explicó.
Moyá, quien iba a jugar en su despedida ante Gastón Gaudio pero una lesión dejó al argentino fuera del homenaje al español, destacó la comodidad de jugar en Buenos Aires como si lo hiciera en su propia tierra.
"Se agradece muchísimo estar tan lejos de casa y sentirse como en ella", señaló.
El momento más emotivo llegó cuando Moyá, con los ojos llenos de lágrimas, recibió el reconocimiento del argentino Luis Lobo, quien fue su entrenador en el último tramo de su carrera. "Siempre, en algún momento se termina la relación entre entrenador y jugador pero con Lobito (Lobo) continuó la amistad, y más que entrenador ha sido una gran persona y amigo", expresó Moyá con la voz entrecortada por la emoción.
"Fue al final de mi carrera que mis cosas no iban tan bien y (bajo la conducción de Lobo) terminé 14º del mundo", agregó quien fuera número uno del mundo en 1999.
Moyá, oriundo de Palma de Mallorca, ganó 557 partidos de los 856 que jugó y embolsó premios por más de 13 millones de dólares a lo largo de sus 15 años de carrera, en la que ganó 20 títulos, incluyendo su único Grand Slam en Roland Garros en 1998 y la Copa Davis con España en el 2004 ante Estados Unidos.