Esta Copa Argentina esta destinada a no irse de nuestras pampas.
Es que con los triunfos de "Pico" ante los norteamericanos Mardy Fish (en turno vespertiino y pendiente del Viernes) y James Blake al finalizar la jornada, sumado a lo hecho por Nalbandian con Safín, entre el unquillense y el tandilense dirimen el campeón de esta edición.
Pero vamos en orden, con el análisis por turno en una jornada mas extensa con el inicio, en turno vespertino, de lo que brindó Mónaco ante Fish, sin la lluvia mediante.
Pico debutó con el pie derecho, y se impuso por 6-4 y 6-4, en lo que fue el primer duelo, y le alcanzó con quebrar dos veces en el primer set (cedió su sque una sola vez) y con un quiebre en el último parcial para quedar al mando en el marcador. Conducido "interinamente" por Mariano Zabaleta, ayer Mónaco mostró buenos reflejos y nunca tuvo sustos mayores ante Fish, aún habiendo cedido un game con su servicio.
Se nota que en los últimos tiempos, el tandilense esta mas adaptado a la superficie dura. De todos modos, sigue siendo el polvo de ladrillo, el escenario mas natural y que le agrada para su juego.
Por su parte, Fish -que sufrió un malestar estomacal que lo obligó a dejar la cancha para ir al vestuario en un par de oportunidades- sumó su segunda caída en el torneo tras la derrota por un doble 6-4 ante su compatriota James Blake, el pasado jueves.
"Me sentí bastante bien, bastante rápido. Todo lo que vine practicando en estos días me salió bien. incluso me sorprendí a mí mismo", aseguró Mónaco tras el partido.
Nalbandian superó a Safín
Lo mas esperado se dio cita en el primer encuentro por la noche. David y Marat no defraudaron, entregaron toques, divirtieron a la gente, y entregaron un buen espectáculo a quines desafiaron el frío y viento de una insólita jornada veraniega en el BALTC.
Pero el tenis en serio estuvo en muchos pasajes del encuentro entre ambos. En ese terreno, Nalbandian no se quedó atrás y también intentó y en muchos casos logró- jugadas muy arriesgadas y estéticas, de esas que rara vez se ven cuando el partido es por los puntos de verdad.
El set inicial fue la primera expresión de la paridad que tuvo todo el encuentro. Ambos mantuvieron sus respectivos servicios pese a las dificultades y a varias idas y venidas en el tanteador de la mayoría de los games, hasta que en el décimo juego se produjo la primera y única rotura. El argentino logró quebrar a Safin en el momento indicado, cuando este servía 4-5. Nalbandian apretó el acelerador a fondo y eso, sumado a algún error del ruso, le permitió llevarse el parcial.
La realidad también indica, que Safín en estas actuaciones, regula mucho y entrega en todo caso lo mejor de su tenis en la primera media hora, producto lógico, de su inactividad pero con su calidad intacta aún. Por ello mismo, el ex nº1, retirado hace más de un año, demostró una vez más que es un crack. Le sostuvo durante todo el primer set el ritmo de partido al local, nº 27 del mundo, y por momentos lo desequilibró con su potencia.
El panorama no cambió en el segundo set. Si bien el argentino nunca abusó de los lujos y, como su actitud lo demostraba, se tomó el partido en serio, su rival continuó en gran nivel, sorprendiendo a más de uno.
Eso hizo que el trámite fuera de nuevo muy peleado. La ruptura de servicio llegó en este caso un poco antes para el Rey David. En el sexto juego, Safin pareció desconcentrarse y Nalbandian lo aprovechó. A tal punto se mostró desatento en ese tramo el ruso que perdió el game con una doble falta. Quería despedirse con su mejor entrega de Buenos Aires, y siempre, acompañó con sus mejores recursos a Nalbandian. Un par de passings rasantes fueron clara muestra de ello.
Y salió con todo en el juego siguiente para recuperar el quiebre. Después de alternar un par de veces entre ventajas e iguales, Nalbandian cometió el mismo error que había hecho su rival en el game anterior: Doble falta y juego para Safin.
Siguió cada uno manteniendo su saque hasta que en el décimo segundo juego, el ruso encadenó tres errores no forzados en su game de servicio y Nalbandian se puso 0-40. Safin logró levantar los dos primeros match points, pero en el tercero un bola desde el fondo se le fue larga y llegaron los aplausos.
Para Nalbandian por la victoria y la calidad. Para Safin por el nivel, la entrega y el carisma. El ruso cumplió su promesa del año anterior, cuando tuvo que posponer su venida a raíz de una designación que debía recibir en su país para estar en el comité olímpico. Cumplió su promesa y dejó su tenis y buen humor, en gran sintonía con el público argentino.
"Marat es un gran jugador, por más que esté retirado del circuito. Pensé que se había olvidado un poco, pero él es fue un gran tenista… en realidad lo sigue siendo, lo que pasa es que no se quiere entrenar", marcó entre risas David después del match. "Todavía tiene tiros muy buenos. Tenerlo acá en la Argentina es muy lindo" agregó.
Safin, por su lado, no se despidió de Argentina sin dejar unas palabras para el público, que lo trató como a un local más. "Siempre estuve cerca de los argentinos, desde que era joven y entrenaba en España. Por eso los llevo en el corazón", sostuvo, y la tribuna casi se viene abajo.
Mónaco eliminó a Blaque
Mónaco, por su parte, se llevó una buena victoria ante Blake en un partido que tuvo una tónica opuesta a la del primero. Aquí casi no hubo risas y los lujos fueron ejecutados lo justo y necesario por los protagonistas, que parecían concentrados en buscar la victoria más que en interactuar con el público, en menor cantidad que en el match anterior.
El primer quiebre llegó rápido para Pico. Tras intercambiar golpes de potencia con Blake, una estrategia que en principio podría parecer equivocada, le rompió el servicio al estadounidense en el primer game del partido. En el segundo juego confirmó la ruptura y enseguida, en el tercero, se volvió a quedar con el saque del jugador de Estados Unidos, con lo cual logró en el marcador una amplia ventaja que no reflejaba lo parejo del trámite en los games.
El tandilense fue oportuno al comienzo y a partir de ahí manejó las acciones del primer set. Con la amplitud de su ventaja, se agrandó y le empezó a salir todo. Passings espectaculares, globos con top y winners desde el fondo. Todo.
A esto, el argentino le sumó la entrega que es tan característica de su juego, lo que hizo que el público pudiera disfrutar de algunos puntos largos y espectaculares, con Blake lanzado a tirar bombas en ataque, y con Pico resistiendo desde el fondo para contraatacar ante la primera oportunidad. De esa forma, sin aflojar en ningún momento, el argentino no le abrió ninguna puerta al visitante, pese a que entregó su servicio en el sexto juego. La manga era cosa juzgada: En su siguiente game de saque la cerró: 6-2.
El segundo parcial fue diferente desde el comienzo. En el primer juego de saque de Mónaco, el moreno norteamericano lo quebró y a partir de ahí se encendió. Sus tiros punzantes se hicieron más regulares y eso retroalimentó su confianza. Cada vez le entraban más winners y él se animaba más a tirarlos.
Bien a su estilo, Mónaco la siguió luchando sin dejarse intimidar por el crecimiento en el nivel de su rival. Y tuvo su premio, porque en el séptimo game logró recuperar la ruptura. Todo se emparejó entonces. Fué cuando ganó su saque y se puso 4-4. Nada de risas ni de lujos. A cara de perro.
Tras ir y venir entre ventajas e iguales, Mónaco lo volvió a quebrar a Blake en el siguiente game y se puso 5-4. Ya no lo iba a dejar escapar. Sacó con convicción, se llevó el game en cero y se metió en la final, donde se verán las caras con Nalbandian.
Tras el match, Mónaco afirmó: "Estoy muy contento porque tuve un gran final del año, y hoy creo que jugué muy bien".
En el mismo sentido, analizó que "al principio" se sintió "jugando muy bien, con energías pese a haber tenido otro partido más temprano, así que me voy contento. Le doy las gracias a la gente por haber venido. Yo siempre trato de dar lo mejor de mí y hacer lo mejor posible", cerró, con una sonrisa, el nº 26 del mundo.
La final será este domingo, entre compatriotas. Antes, Gastón Gaudio enfrentará a Carlos Moyá en un partido homenaje y despedida del español, ex-nº1 del mundo.