"Es una situación difícil, no va a ser fácil revertirla". No había un descubrimiento mayúsculo en el sinceramiento de Tito Vázquez, que pintaba con crudeza una situación objetivamente muy comprometida para el equipo. Si para esta serie con Francia el punto del dobles siempre se consideró fundamental, ahora para la Argentina pasó a ser imperioso, vital. Y será apenas el primer peldaño necesario de una recuperación que, mirada desde el mazazo recibido el primer día, parece demasiado pedir.
De pronto, Eduardo Schwank y Horacio Zeballos se topan con una responsabilidad que no les es del todo desconocida. Una similar la asumieron en Moscú con todo éxito, cuando despacharon en cuatro sets a Nikolay Davydenko e Igor Kunitsyn. Esa circunstancia empezó a curtirlos, tanto como lo hizo el muy buen paso reciente por el US Open, en el que alcanzaron las semifinales. Pero la de hoy es una exigencia de otro calibre, un reto que les demandará un salto de calidad superior. Cargar en la cuenta a Michael Llodra y Arnaud Clement sería una marca formidable en el cartucho de los argentinos, porque jugarán el papel de la pareja en formación contra otra consumada, llena de oficio y con antecedentes intimidantes.
La pregunta natural, anoche, en el escenario del 0-2, apuntaba a la posibilidad de que David Nalbandian apareciera hoy en la cancha en lugar de alguno de los dos; durante la semana, el propio capitán argentino había deslizado como "remota" esa opción, pero opción al fin.
Ayer, el propio cordobés casi la descartó ("No creo? Depende del capitán, pero por lógica, no. ¿Si me gustaría? Es duro jugar los tres días, siempre dije que es difícil. Los chicos se entrenaron muy bien toda la semana como para hacer un cambio de último momento") y Tito fue todavía más tajante: "No hay duda. No habrá ningún cambio, el doble va a ser Schwank-Zeballos. Es lo que pensamos, creo que es lo mejor para la Argentina pensando en el futuro".
El santafecino de Roldán y el marplatense pueden tomar la misión como un desafío, como una carga de presión superlativa o como las dos cosas. Tito, anoche, buscó canalizarlo hacia lo primero. "A los que juegan mañana los afecta el resultado de hoy, lógicamente, pero llegan con ganas de jugar y de demostrar cómo están. Es un partido dificilísimo. Les servirá para ganar experiencia. La presión ya la tuvieron contra Rusia, y haber llegado a semifinales en el US Open les sirvió. Pero uno crece sólo cuando vive estas experiencias. Es una oportunidad para ellos", señaló el capitán.
Si la exigencia será de ese tamaño para la pareja argentina, un eventual segundo paso, el domingo, a primera hora, parece todavía más complicado para Juan Mónaco. La "revancha", que el tandilense reclamaba ayer, traerá consigo un grado de dificultad que la actualidad de Pico no parece en condiciones de superar. Ante Nalbandian, ayer Monfils demostró que hoy lo aventaja con una diferencia nítida. A menos que los caprichos y los recodos de la Copa Davis propongan otra cosa, por supuesto.
Numeros en contra
Nunca se pudo revertir un 0-2 . La Argentina nunca revirtió una serie en la que quedó 0-2. Dos veces levantó un 1-2: ante Alemania, en 1990, y contra Brasil, en 1976. Hubo cuatro ocasiones en las que empezó 0-2 y llegó al 2-2, pero perdió el 5° punto: ante Bélgica (1948), Venezuela (’68), Chile (’69) y España (’03). Y desde 1904, Francia ganó 102 de las 104 series que empezó 2-0.