Nadie lo tenía. E Imaginar quizás un partido parejo por momentos era algo mas que normal. Es que el sudafricano Rik De Voest nos mintió a todos. Su ubicación en el ranking (231º ATP) no era la que mostró con su tenis anoche.
Y jugar en primera ronda, ante un Nalbandian en ascenso, y sin nada que perder brinda dos posibilidades: o se es mero partenaire ante la figura, o se sueltan de lo lindo para dar un batacazo. Y esto último es lo que pasó ayer.
Ahora, David, que recuperó mucho terreno perdido por inactividad por lesiones, al ganar el ATP de Washington y ser cuartofinalista en Toronto, espera en la segunda ronda al francés Florent Serra, quien dió cuenta del alemán Florian Mayer por 7-5, 6-2 y 6-0. Nalbandian batalló y finalmente pudo salir adelante, pese a cometer la increíble cifra de 84 errores no forzados, ante 69 tiros ganadores. Está claro que deberá mejorar para soñar con seguir abriéndose paso en el US Open. Su triunfo fué en cinco sets tras cuatro horas de partido por 7-6 (7-4), 3-6, 6-4 (6-8) y 6-4
Comienzo difícil
En el primer set las cosas ya se presentaron complicadas para David, cosa que podía suceder desde la previa por todo lo que pudiera ofrecer De Voest. Estando 4-2 arriba, no pudo mantener mucho la diferencia y los problemas empezaron a surgir. En el décimo game cede su juego, ademas de torcer su tobillo derecho y a partír de allí las cosas comenzaban a ser mas difíciles, aunque de igual modo pudo llevarse el primer set.
¿Que hizo el amigo Rik ? Ni se dió por enterado, y lejos de amilanarse sacó lo mejor de su tenis, que ya había insinuado en el primero. Empezó a atacar a David y surgió efecto, obligando a cometer errores no forzados en cantidad a Nalbandian (11 contra 6 de él) con la concreción de dos quiebres de servicio que lo adueñó del segundo juego.
David sintió el impacto y decidió imponer su tenis y efectividad. En 40 minutos se cargó el tercer set mostrando signos de autoridad y tratando de poner en su lugar al sudafricano, que siempre presentó batalla y nunca claudicó. Pero Nalbandian estuvo mas concentrado en su juego y en tratar de hacer los puntos cortos, y asi evitar llegar a un partido mas largo.
Pero en el cuarto, el cordobés se mostró particularmente estático, quizás por su tobillo, y tal vez por la solidez de De Voest también. No pudo hacer la diferencia en el desarrollo, y cayeron en el tie break. Inclusive lo pudo cerrar allí, pero De Voest se mostró confiado, se lo dió vuelta y extendió la lucha al quinto y definitivo set. Y ya con mas de tres horas en cancha.
La emoción y los riesgos arribaron en el quinto juego. Allí arrancó mal Nalbandian, estando 0-2 en el marcador y penando hasta el octavo game, en dónde empezó a temblarle el pulso a De Voest. Quizás el miedo de poder cerrar el partido, el cansancio (viene de la qualy) y su inexperiencia en estas situaciones ante jugadores top hicieron lo suyo. Pero David también colaboró. Apareció mas enchufado, con gran claridad e inteligencia y sobre todo, no se apuró, supo esperar para metr las estocadas en el momento apropiado. Ya en cuatro horas finalmente liquidó el set y partido con un 6-4 que terminó con la ilusión del sudafricano.
La palabra de David
"La verdad que sí. Tocó sufrir, tocó luchar", dijo Nalbandian tras su victoria en cinco sets sobre el sudafricano Rik de Voest. "Fue lo que pasó, por suerte terminé ganando", admitió.
Nalbandian, indicó que se torció el tobillo en el primer set y la molestia no le permitió moverse cómodo. "Me siguió molestando, no me dejó de molestar nunca, tuve que jugar todo el partido con dolor. Estaba un poco limitado para moverme, tuve que jugar prácticamente parado", dijo. "Ahí pude con el match-point lo pude haber cerrado en el cuarto. El jugó un buen partido, hubiese sido duro igual", añadió.
También dijo que no anticipa problemas para su siguiente partido, que posiblemente sería pautado para el viernes. "Vamos a ver cómo evoluciono", indicó. "Creo que puedo llegar bien", explicó el cordobés.