Dió un gran paso. Juan Mónaco, el único tenista latinoamericano que llegó a los octavos de final del Masters 1000 de Indian Wells, logró su tercer triunfo y se instaló en los cuartos, entre los ocho mejores de este tradicional certámen en canchas de cemento, que reparte 3.645.000 dólares en premios.
A Mónaco nadie le regala nada en este torneo. Ya tuvo que ceder en el match ante Ferrero un set y pacientemente le ganó la pulseada. Hoy con García López, que venía de muy malos antecedentes este año perdiendo los cinco torneos que jugó en la primera ronda, comenzó flojo pero regulando de menor a mayor. El español estuvo mas iluminado en el comienzo, con su saque como gran aliado, dándole la confianza necesaria para doblegar a un Mónaco que nuevamente se puso el overol.
En el segundo supo sacar la diferencia necesaria en el momento adecuado, y se empezó al mismo tiempo, a ver un García López mas lento de piernas y apurado por cerrar un partido que se empezó a escapar de sus manos.
El tercero, mostró a Mónaco mas concentrado, y mejor fisicamente, diferencia clave para poder aguantar el partido, tener dos quiebres a favor, y cerrar sin problemas su compromiso de octavos dando vuelta el trámite de manera convincente.
En esta categoría de torneos, la inmediata a los Grand Slam, Mónaco ya había sido cuartofinalista en una ocasión, el año último, en el de Roma, pero en canchas lentas. Por eso, este pasaje a cuartos en cemento significa un hecho sin precedentes para el tandilense.
Pero lo bueno es que a partír de ahora comienza otro torneo para él, ya que la calidad de rival que lo verá en cuartos, es otra cosa. Si bien Ferrero fué una buena medida, Ljubicic es de una categoría mayor y que jerarquizará mas su desempeño de poder avanzar por sobre el croata, verdugo de Brian Dabul en la ronda anterior.
El ex-nº 3 venció en dos sets hoy al irregular Djokovic por 7-5 y 6-3 en 105 minutos de juego y tras haberle conectado 13 aces al serbio. Algo de lo que se deberá preocupar el argentino, en su match de cuartos.