PARIS — Terminó el gran sueño latinoamericano en Roland Garros. El argentino Juan Martín del Potro (5° favorito) y el chileno Fernando González (12º) perdieron en cinco sets con el suizo Roger Federer (2°) y el sueco Robin Soderling (23°), respectivamente, en dos dramáticas semifinales.
Del Potro, en su primera semifinal de un torneo de Grand Slam, iba 2-1 en sets contra el ex rey Federer pero fue superado finalmente por 3-6, 7-6 (7-2), 2-6, 6-1 y 6-4 en tres horas y 28 minutos, en el segundo choque de una jornada histórica.
En primer turno, González, en su primera semi en París, se recuperó de una desventaja de 0-2 en sets, se puso 4-1 arriba en el quinto capítulo y perdió con Soderling, la gran sensación de este certamen, por 6-3, 7-5, 5-7, 4-6 y 6-4 en tres horas y 28 minutos.
Sin dudas, fueron dos encuentros memorables, por el nivel, porque resultaron muy cambiantes en el marcador y el dominio del juego y, además, porque fue la segunda vez que las dos semifinales masculinas del Abierto de Francia se definieron en cinco sets, después de lo ocurrido en 1970.
Para Federer, será la final N° 19 de su historial en un Mayor, con lo que iguala al checo-estadounidense Ivan Lendl.
Los números de cara a la definición del domingo favorecen enormemente a Federer, quien venció hasta ahora a Soderling en los nueve enfrentamientos.
EL SUIZO BUSCA HACER MÁS HISTORIA
En camino a cumplir 28 años, Federer vive un momento especial, único en su brillante trayectoria profesional. Venía sufriendo bastante en este Roland Garros y volvió a padecer en este sexto triunfo seguido. De hecho, estaba 5-0 en los duelos personales con el argentino y jamás había perdido un set, pero esta vez debió luchar hasta el final para poder vencerlo.
Federer, que disputó por 20° vez consecutiva una semi de un Mayor, pretende hacer historia grande, en un campeonato en el que sólo había perdido en los cuatro años anteriores con el español Rafael Nadal, actual N° 1 del circuito de la ATP, incluyendo semis del 2005 y las finales de los tres años últimos.
Aquí, el helvético busca lograr el único gran torneo que aún no pudo obtener y así, como si fuera poco, igualar el récord histórico de títulos de Grand Slam, en poder del estadounidense Pete Sampras, con 14.
El público, una vez más, se decantó descaradamente a favor de Federer. Quieren que gane el título como sea y que iguale los 14 de Sampras de una vez, y aquí. Pero su actitud en el desempate, aplaudiendo los fallos de Del Potro, fue vergonzosa.
Federer ganó porque tiene más clase, supo plantear mejor la estrategia a partir del cuarto set, con perfectos drops, y su saque fue superior al del argentino, pero ‘Delpo’ planteó un encuentro casi perfecto, teniendo en cuenta que venía siendo arrasado por el europeo.
El suizo tuvo a sus padres, Robert y Lynette, como mejores seguidores en el palco, pero nunca estuvo seguro ante un incansable Del Potro, que tras ceder su servicio en el primer juego del quinto set, fue capaz de romper luego en el sexto e igualar 3-3 con un golpe de revés cruzado demoledor.
Cansados los dos, era cuestión de paciencia, y eso le faltó al argentino, que se quebró cuando entregó su saque a continuación, con una doble falta, la quinta, al cuarto punto de rotura.
"Todavía falta un paso", dijo Federer. "Tuve un poco de suerte, pero luché bien. Juan Martín estaba jugando realmente bien", reconoció el helvético.
Del Potro, el más joven semifinalista en París desde Nadal en el 2007 (20 años y 257 días), salvó una bola de partido en el noveno juego, con su servicio, pero Federer culminó con una derecha abierta en el siguiente. Y así levantó una gran ovación de la gente en la cancha Philippe Chatrier, la principal del complejo parisino.
En cambio, Del Potro, de apenas 20 años y 1,98 metro, sufrió un golpe duro. Quería sacarse la espina contra Federer y empezó con ventaja, pero no pudo acceder a su primera definición de un Mayor. El argentino venía de llegar a los cuartos de final en dos Grand Slam al hilo, el US Open 2008 y Australia 2009.
"Estoy muy triste. Fue un partido largo y muy parejo", comentó Del Potro. "Era mi primera semifinal y tuve una oportunidad. Creo que jugué mejor que en Australia", donde perdió en enero pasado ante Federer, en cuartos de final.
"Quería estar en la final y ahora voy a tener que verla por televisión. El partido estaba muy parejo, tuve chances de ganarlo", agregó. "Si hubiera sido a tres sets, hubiera ganado y habría salido satisfecho de la cancha", comentó.
UN SUECO QUE VOLVIÓ A PEGAR DURO
González, finalista del Abierto de Australia del 2007, se quedó cerca de meterse en la definición en suelo francés. Logró extender la lucha al quinto set pero finalmente perdió con un Soderling implacable, que así toca el cielo con las manos, ya que logró avanzar por primera vez en su carrera a la final de un Grand Slam.
En un choque lleno de potencia, con ambos buscando la iniciativa, pero también con varios errores no forzados, producto de los nervios por la instancia que había en juego, el europeo no pudo mantener la tendencia positiva y se complicó ante un González que no cesó en la lucha.
El Bombardero de la Reina, también conocido como Mano de Piedra, se vio desbordado -algo poco usual en él- frente a un Soderling agresivo y confiado, pero siguió dando pelea y llevó la contienda al quinto y dramático set.
González se adelantó 4-1 en ese parcial y parecía historia sellada. Pero no, pese a que el sueco parecía debilitado mentalmente, tras desaprovechar varias posibilidades de break en los sets tercero y cuarto.
Se recuperó Soderling, hasta que llegaron a estar 4-4. Y se adueñó de dos games más, llevándose cinco juegos al hilo y logrando otra hazaña en el segundo Grand Slam del 2009.
En total, Soderling logró 74 winners, incluyendo 16 aces, y González tuvo 59 tiros ganadores y 22 saques directos. Lejos de ser un duelo típico de polvo de ladrillo, ambos le pegaron durísimo a la pelota y brindaron un gran espectáculo, arriesgando y metiendo derechas impresionantes.
Soderling, de 23 años, jugó así su primera semifinal de un certamen Mayor en toda su carrera profesional. Venía de vencer a Nadal, cuádruple campeón parisino, y al ruso Nikolay Davydenko, jugando el torneo de su vida.
Para González fue una instancia inédita en París. Fue el primer chileno en alcanzar las semifinales de Roland Garros en la era abierta al profesionalismo (comenzó en 1968) y el segundo en la historia, ya que Luis Ayala jugó anteriormente en 1960.
Björn Borg, que aún mantiene su récord de cuatro Roland Garros ganados seguidos, junto con Nadal, gracias a Soderling, asistió al partido en la cancha principal, llamada Philippe Chatrier, para ver cómo su compatriota se convertía en el séptimo sueco en acceder a la final de París.
"Todavía me falta un partido y quizás sea el más difícil de todo el torneo", comentó Soderling, el primer sueco que llega a la final en Roland Garros desde Magnus Norman en el 2000, cuando perdió con el brasileño Gustavo Kuerten.
Justamente, Norman es ahora el entrenador de Soderling, quien siempre supo ser un jugador peligroso, en especial en superficies rápidas, pero hasta ahora nunca se había mostrado tan regular tenística y mentalmente para derrotar a tantas figuras y en un campeonato de máxima categoría.
Soderling nunca había superado la tercera rueda en sus 21 Mayors anteriores. Además, jamás pudo ganar todavía un certamen en cancha de arcilla.
"He conseguido el más grande desafío en tenis ahora mismo, vencer a Nadal en tierra en París. Y estoy aún en el torneo, y he jugado un gran encuentro, pero quiero más y siento que estoy en el camino", dijo Soderling, que aspira ahora a ser el siguiente sueco, desde Mats Wilander hace 21 años, que se corona en París.
Además, el escandinavo consiguió apenas su cuarto triunfo en partidos que se extienden a cinco sets. Esto marca que está muy firme psicológicamente, pese a las dudas en los instantes cruciales del tercer y el cuarto capítulos. Dejó en claro en el quinto que no iba a entregarse y revirtió una desventaja que parecía ser decisiva.
Fue una gran decepción, en cambio, para González, próximo a cumplir 29 años. "Pensé que iba a ganar, pero no hay nada decidido hasta la última pelota", comentó González, quien tenía ventaja de 30-15 en el saque de Soderling cuando el último set estaba 4-1. El sueco remontó para ganar el game y comenzó su racha final.
"En 15-30 realmente pensé que iba a ganar, pero también temía que pasara lo que pasó, que un jugador se empiece a relajar y a jugar su mejor tenis y a arriesgar en todos los tiros", agregó el chileno.
"Probablemente no jugué de la mejor manera cuando tenía la ventaja, pero tampoco envié pelotas afuera. Pero él devolvió de forma magnífica al menos tres veces cuando estaba 4-1 y 4-2. El partido todavía estaba de mi lado", señaló.(espn.com)