Sveta se corona en París

Svetlana Kuznetsova ganó su primer Roland Garros después de vencer a Dinara Safina en la final por un contundente 6-4 y 6-2. El duelo de rusas terminó cayendo del lado de ‘Sveta’ que conquista así su segundo trofeo de Grand Slam tras el US Open del 2004.

La presión pudo con la número uno. Safina afrontaba la final después de una racha increíble sobre tierra batida y con una necesidad imperiosa de ganar su primer Grand Slam. La frustración de la final perdida el pasado año ante Ivanovic sólo provocó un aumento en la ansiedad de una Safina que, problabemente hizo su peor partido en París.

En el otro lado de la pista estaba una Kuznetsova muy diferente a la que se vio en la última final de la rusa en París ante la gran Justin Henin. La mirada de Sevtlana era diferente hoy. La final había pasado de ser un premio a un desafío. La nueva ‘Sveta’ no tardó en demostrar su enorme motivación y desde el primer punto dejó bien claro que: esta vez no se le escapaba.

La pesadilla del saque
Los nervios por jugar ante una Philippe Chatrier hasta la bandera pasaron factura a ambas jugadoras que perdieron su servicio en los dos primeros servicios. Sin embargo ,lo que parecía ser sólo un mal juego de Safina, se convirtió en su mayor pesadilla: el saque. La número uno era incapaz de ganar su servicio con facilidad y las dobles faltas se acumulaban a un ritmo vertiginoso.

Kuznetsova leyó muy bien el problema de su rival y se dedicó a atacar de forma despiadada los segundos saques de su compatriota que se veía desbordada. La número siete del mundo empezó a dominar a placer desde el fondo de la pista con unos ‘angulitos’ incomodísimos para su rival, obligando a Safina a hacer algo en lo que no está muy acostumbrada: correr.

El primer set se decantó del lado de Kuznetsova después de que Dinara tirase otro servicio. La cara de Safina era un poema. Se le estaba escapando su segunda oportunidad de ganar Roland Garros y esta vez era ‘favoritísima’. La desesperación era total.

El baile de Sveta
La segunda manga empezó, si cabe, peor para la número uno. La angustia de Safina se transformó en errores constantes desde el fondo de la pista ante una Kuznetsova que ‘bailaba’ por la arcilla. Nunca antes ‘Sveta’ había sido capaz de acomodarse tan bien a esta superficie.

El suplicio de Safina llegó a su fin cuando volvió a perder su saque y Kuznetsova se colocó 5-2. La nueva renia de París resopló y acabó con el sufrimiento de las dos rusas.(marca.com)

 

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