Las quejas sobre el apretado y demandante calendario ATP comienzan a aparecer, como en cada final de temporada. Hace un par de días, Andy Roddick debió abandonar el Master 1000 de Shanghai por una lesión en su rodilla izquierda y despotricó contra la Asociación. Pero nadie hasta ahora había tomado en cuenta el otro lado de la pelea: el de los organizadores.
Novak Djokovic ve la cosa desde los dos lados: además de ser el número 4 del mundo y miembro del Concejo de Jugadores, es el organizador -junto a otros miembros de su familia- del torneo ATP de Belgrado, que se jugó por primera vez este año, en el mes de mayo, y que él mismo ganó.
El número 4 del mundo, que recuperará el tercer puesto del ranking la semana que viene, admitió que entiende a sus colegas jugadores en su clamor por reducir el número de torneos o, en su defecto, algunas reglamentaciones (por ejemplo, obligar a los mejores del mundo a participar de los ocho Masters 1000 más la semana extra que reúne a los mejores ocho en el Masters de Londres).
En China, Djokovic le dijo al diario The Independent: “La dirigencia de la ATP está intentando hacer un montón de cosas por los jugadores. Ya hemos hablado de esto en el US Open y tenemos que dedicarle una larga reunión a esto, porque es un tema sensible”.
“Esto afecta tanto a los jugadores como a los torneos. No podemos esperar sólo acortar la temporada uno o dos meses porque afectaríamos a algunos campeonatos”, comentó el campeón del Abierto de Australia 2008.
"Debemos hacer un compromiso. La ATP es una asociación de torneos y jugadores juntos. Lo importante es que no queremos tener jugadores lesionados. El calendario, en mi opinión, es demasiado largo, pero debemos ir paso a paso e intentar solucionarlo".
Novak tuvo la chance de poner su teoría en práctica con la organización del torneo en polvo de ladrillo en su ciudad natal. Estaba tan entusiasmado, que el Milan Gale Muskatirovic Club, donde se jugó el campeonato, fue remodelado en sólo seis meses. Sin embargo, es crítico con sus colegas de court.
"Los torneos saben que los mejores jugadores del mundo van a tener que venir a sus eventos. No creo que haya habido la suficiente comunicación entre los jugadores y los torneos. En un sentido, es culpa de los jugadores, que hablan entre ellos en los vestuarios sobre las cosas que pueden ser mejoradas y luego, cuando llega el momento de hablar y hacer algo, no lo hacen", concluyó.