El ruso Daniil Medvedev fue una topadora que aplastó a Diego Schwartzman en su ultima actuación por el grupo Tokio en Londres.
La travesía en el Masters de Londres para Diego Schwartzman, ha llegado a su fin, tras jugar sus tres partidos por el grupo Tokio, todas con derrotas sin discusión.
La de este viernes ante Daniil Medvedev, ganador en su grupo y candidatazo a llevarse el torneo, se suma a las del debut ante Novak Djokovic, y el miércoles frente a Alex Zverev.
En esta oportunidad, Medvedev, fue una cuesta imposible de escalar para Schwartzman venciéndolo en sets corridos por 6-3 y 6-3 en apenas 73 minutos. El ruso desplegó con gran naturalidad su tenis implacable, el mismo que lo llevó a llevarse el M1000 de Paris Bercy, y no tuvo obstáculos en su match ante el Peque.
No descubrimos nada ni tampoco mentimos, si afirmamos que este torneo no se presentaba accesible para el argentino. El, esta detrás de estos monstruos por solo un escalón quizás, pero la distancia suficiente para no abrigar demasiadas expectativas en lo que fue su primer Masters en su carrera.
En su mejor año profesional, Diego cosechó los puntos necesarios para meterse en la elite, el Top-10, llegando tras Roland Garros al 8° y ahora estacionarse 9°. Su buen paso por el Foro Itálico, venciendo en semis a Nadal en polvo de ladrillo y cayendo en buen trámite en la definición ante Djokovic, se suman al haber estado entre los mejores cuatro en el ultimo GS del año en París.
Djokovic fue una máquina esta semana a partir de promediar el primer set, y Zverev le dio oportunidades en su segundo compromiso, pero allí el alemán supo como frustrar al Peque, poniendo la mira en su servicio, algo que sabemos todos, es algo que figura en el debe para Schwartzman.
En su choque ante Zverev, tuvo la oportunidad Schwartzman de mostrar lo mejor de su repertorio en el 02 Arena, aunque insuficiente para poder llevarse una victoria que lo hubiese colocado expectante en la chance de avanzar.
De cualquier modo, nada empaña su labor en la cita de maestros. Accedió por méritos propios, sin ocupar la vacante de nadie, y generando el respeto entre sus colegas, que lo tiene fichado como un jugador al que hay que exigirse para doblegarlo. Un aspecto, que hasta hace poco, no era vital como receta.
El 2021 traerá una vara mas alta para él, y veremos en que escenario por el calendario que es toda una incógnita aún, pero que lo pone en sitio preferencial, ya que tendrá cuadros menos complicados y que le puedan hallanar el camino para llegar mas lejos en donde juegue.-
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