El candidato

Nueva York se prepara para ser el centro del planeta tenis por quince días. Dos semanas en la que el zoom de los focos estarán dirigidos a los principales aspirantes en Flushing Meadows, Y calro, el mas convocante, como no podía ser de otro modo, es el suizo Roger Federer

Metido de lleno en el último Grand Slam del año, el n° 1 brindó una interesante conferencia de prensa y destacó sentirse en un gran momento. Además, contó cuán distinto encara este US Open respecto del de 2011 y, abriendo las puertas de su intimidad, confesó: "Haber ganado Wimbledon con el plus de tener a mis hijas viéndome fue un sueño hecho realidad".

Nueva York es otra de sus casas en el mundo. Goza de privilegios únicos, es el mas carismático, y su gran momento este año que lo trae como lider ATP, lo hace sentir mas cómodo que nunca. Y no lo disimula en lo mas mínimo.

El suizo viene de consagrarse en Cincinnati, afianzado al tope del ranking. Antes, doble festejo -aunque con distintos matices- en el All England: título -uno más- en Wimbledon y medalla de plata en los Juegos Olímpicos. "Me siento bien, creo que estoy en un momento en el que si juego bien puedo determinar quién va a ganar o perder el partido; algo que quizás no sentía el año pasado", explicó Roger.

"De todas maneras -agregó- uno tiene que ser muy cuidadoso respecto de cómo declara y luego cómo juega. Iré partido a partido en el torneo, no hay duda de eso. Nunca volveré a subestimar a un rival. Lo hice cuando era adolescente y esa etapa ya quedó largamente en el pasado".

El contraste entre las versiones de Federer a este momento del calendario en 2011 y en 2012 son visibles. El año pasado, cayó con Tsonga en cuartos de Wimbledon en un partido increíble que parecía tener en el bolsillo, y luego sumó tempranas eliminaciones en los Masters de Montreal y Cincinnati, para registrar otra sorprendente caída en Flushing Meadows. No por el rival, no por la instancia, sí por el desarrollo: el suizo tenía ventaja de dos sets, pero Djokovic resurgió y se llevó el triunfo.

Claro, que el Djokovic del 2011 estaba a prueba de todo y todos. Solo Del Potro tras Nueva York lo venció en Belgrado por la Copa Davis, disminuido fisicamente para ser sinceros, de un trajin terrible hasta entonces.

Pero volviendo a Federer, sus reflexiones corresponden a la mesura que irradia su humanidad. "Ya venía de una dura derrota en Wimbledon y eso alteró un poco las cosas -recordó Roger-. Y cuando pasó por segunda vez, perder después de estar 2-0 arriba en sets, me llevó un tiempo asumir la situación y cómo seguiría adelante. Fue muy importante volver a empezar con el título en Basilea, en mi casa. Después ya sabemos cómo siguió todo".

Todo siguió con la mejor versión de Federer de nuevo en el circuito y un crecimiento que lo llevó de nuevo a lo más alto del ránking: "Han sido muy buenos 12 meses. Pude mantenerme al margen de las lesiones y supe que si las cosas mejoraban siempre iba a estar cerca del N°1. Quiero decir, no estaba lejos, pero los demás también juegan: no podía planear la racha de 40 victorias seguidas de Novak o que Rafa casi gane cuatro Grand Slams consecutivos. Ahí es donde tienes que mantener la paciencia, seguir trabajando duro y creyendo que lo que haces es lo correcto".

Paciencia, es una virtud que el suizo ha sabido sobrellevar. Cuando entendió que hubo una época en la que el n° 1 era cosa de Nole y Rafa, se dedicó a esperar pacientemente su oportunidad, agazapado y listo para no desaprovechar la chance.

"Creo que los Top 4 hemos sido muy consistentes por mucho tiempo. Eso antes no pasaba: tenías buenos jugadores en cemento, buenos en arcilla, bueno en pasto…las cosas han cambiado. Algunos preferirán un campeón distinto cada semana. Otros que haya continuidad. Yo creo que el combo es positivo", añadió.

Pero no todo es tenis en la vida de Federer. Consultado sobre su rol de padre y cómo esto había afectado su vida en el circuito, el N°1 del mundo compartió detalles de su dinámica en familia: "Fue un proceso difícil. No es fácil viajar, tratar de arreglarse con tu mujer, con las niñas. Pero ahora que ya tienen tres años es distinto y me pone muy feliz poder haber combinado ambas cosas porque cuando supe que Mirka estaba embarazada temía no poder continuar con el ritmo de mis entrenamientos. Creía que la rutina ya no volvería a ser la misma. Pero ella me lo hizo muy fácil, hizo sacrificios increíbles por la familia. No podría estar más agradecido. Y haber ganado Wimbledon con el plus de tener a mis hijas viéndome…no hay nada mejor que eso. Fue un sueño hecho realidad" concluyó.

Mañana es la cita en su primer match. Y aspira a jugar los siete partidos destinado solo a dos elegidos entre los 128 aspirantes. El, intimamente sabe que puede lograr su plaza. Si eso ocurre, solo resta saber quien será su rival. Y en quince días, lo sabremos .- 

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