Las sensaciones de Juan Martín deben ser raras. Sentir que pudo pero que no alcanzó, que puso todo lo que tenía en su humanidad para dar la puntada final tras el segundo set, varias cosas al mismo tiempo, pero el definió con mucha simpleza.
"Hasta el último momento sentía que podía ganar. Incluso estando ya 5-2 abajo en el quinto. Tengo experiencia de levantar partidos cuando son muy complicados. Por eso no bajaba los brazos. Pero creo que Federer también tiene mucha experiencia", comentó Del Potro tras caer contra el suizo y número tres del mundo por 3-6, 6-7 (4), 6-2, 6-0 y 6-3. A buen entendedor, pocas palabras.
En simultáneo, el serbio Novak Djokovic tuvo que esforzarse para superar al francés Jo-Wilfried Tsonga tras levantar cuatro match-points en cinco sets por 6-1, 5-7, 5-7, 7-6 (6) y 6-1, en cuatro horas y nueve minutos.
Lo que quedó claro es que nunca estuvo en peligro el triunfo de Federer. La estocada necesaria en el tercer, cuarto y quinto set de Del Potro nunca existieron y asi el suizo se hizo merecedor del triunfo.
Volviendo al match del argentino, Federer supo leer que el momento para dar vuelta la historia era a partír del tercer set, y se dedicó a construir un triunfo que se temió en los dos parciales iniciales del encuentro.
En el duelo celebrado en la Suzanne Lenglen, Del Potro dominó la primera manga, que transcurrió durante un paréntesis de sol en una jornada de frío y lluvia contenida. Llegó a romperle tres veces el servicio al suizo, que había entrenado horas antes en la misma cancha pero que no encontraba su tenis.
Solo necesitó de 40 minutos y llevarse el juego, ante la sorpresa del suizo, que no encontraba la sintonía fina que habitualmente tiene y de la que había sabido aplicar en los últimos cinco encuentros que vencío a Juan Martín. Enfocado, concentrado y con la iniciativa en su juego, Del Potro solventó un buen set y la tendencia se iba a transmitir al segundo parcial.
Muy igualado al arranque, Del Potro seguía mostrándose muy firme con la derecha y con el saque, hasta el punto que llegó a registrar servicios de 218 kilómetros por hora. Se trataban de igual a igual, hasta que el suizo quebró el saque para subir un 2-3 al marcador y comenzó la batalla. El argentino reaccionó, intercambio de roturas de servicio y se colocaron en el 6-6.
Y siguió machacando Del Potro y encontro su premio para llevarse el parcial y comandar el tanteador. Y el run run en el estadio empezaba a instalarse, y la gente se preguntaba como iba a responder el suizo, jugado si o si a cinco sets.
Tras casi dos horas de partido, en el tercer set fue cuando reapareció el mejor Federer, que le asestó un 6-2 a Del Potro mientras caían algunas gotas en la pista. Volvió con la solvencia de siempre, enérgico y con dosis de su tenis de alto nivel. Y allí se vió desmoronar a Del Potro, que acuso el impacto y casi no pudo reaccionar.
El partido no se interrumpió y el recital del suizo prosiguió en el cuarto set, en blanco para el argentino. Ese Del Potro fue otro, irreconocible, y de una postal diferente al del comienzo. Se temía por su rodilla, pero no le molestó en realidad. Simplemente que no podía dominar al león que se despertó tardiamente en el match.
"El principio del tercer y del cuarto ha sido clave. Jugué muy bien tácticamente", diría después el suizo.
"Hizo mejor partido que yo desde el tercer set (…), aprovechó su oportunidad en el quinto para cerrar el partido y ganó", señaló Del Potro, que subrayó que su vendada rodilla no le molestó y que al victoria fue mérito de Federer. "Al no sacar como en los primeros sets, mi juego se vio superado. Mi saque bajó bastante y eso hizo bajar mi nivel de intensidad", pero "fue mérito de Federer, que las metía dentro", agregó luego.
Se suponía que Del Potro se cargaría el quinto set con todo lo que le quedaba, para poder definir y emparejar el trámite. Pero solo duro su bravura en su game de saque, el segundo, y de allí en mas nuevamente Federer retomó su protagonismo, amaniatando al tandilense de nuevo y sin dejarle respiro..
Con el trámite nuevamente de su lado Federer logró romperle el saque (3-1) y asegurar el suyo (4-1). Ahí, el suizo volvió a tomar los mandos del encuentro, que lo terminó sentenciando con mucha comodidad por 6-3.
"El torneo fue bueno. Estoy contento por haber llegado a cuartos de un Grand Slam. Sigo estando entre los ocho que llegan", concluyó el tandilense.
Desde que Del Potro se recuperó de su lesión de muñeca, el suizo lo había derrotado en cinco ocasiones, pero nunca en arcilla. Pese a su derrota, el argentino logró su segundo mejor registro en Roland Garros, después de 2009 donde cayó en la antesala de la final precisamente contra Federer, que disputará su 31ª semifinal de Grand Slam, con lo que iguala el récord de Jimmy Connors.
El resumen de ESPN