La rompió y lo rompió

Con una actuación impecable, donde no dió lugar en ningun instante a ser superado, Juan Martín Del Potro, otra vez, le dió a Argentina el boleto para otra final de Copa Davis, como ocurriera en 2008.

En aquella oportunidad, debió aplastar en el match decisivo de semifinales en Parque Roca que se disputaba ante Rusia, a Igor Andreev, y con ese triunfo se llegó a la inborrable final de Mar del Plata. En aquella ocasión era el rival España, como ahora también, aunque el equipo de Tito Vázquez debera viajar a la peninsula en Diciembre.

Un Del Potro iluminado.

Consiente de la merma física del nº 1, Juan Martín salió a hacer un planteo simple. Imponer su saque, vital parta tener chances ante Djokovic, y tratar de moverlo, para desgastarlo lentamente. Y el plan funcionó a la perfección.

El primer set fue palo y palo. A puro saque. Comenzó Nole con su efectividad. Lo siguió Delpo con su solidez. Pero no había que confiarse, ya que el serbio es un viejo zorro de estas luchas, y mañas tiene. La paciencia en el argentino era algo que tenía que mostrar y a la que acudir, en caso de una lucha extensa. Pero no hubo necesidad.

Ea que en el quinto game, cuando estaban 2-2, Djokovic mostró su primer síntoma de dolor. Fue tras un passing shot del argentino que se fue largo. El serbio no festejó el punto. Se puso de cuclillas y se tomó la espalda. Los primeros signos de dolor comenzaban a salir a la luz. Las caras de preocupación se fueron sumando. Solo era cuestió de esperar.

Del Potro advirtió lo que estaba ocurriendo e hizo correr a Nole tal cual lo planificado. Creció su juego. Djokovic falló pelotas increíbles, de esas a las que no nos tiene acostumbrados. Uso el drop como arma en su juego de manera abusiva, algo poco habitual en él en esa cantidad. Claro, es que el físico le empezó a avisar que las cosas no estaban bien. Pese a las muestras de dolor, Djokovic se puso 6-5. Los serbios lo celebraron porque enseguida Nole se colocó 0-15. Pero el servicio de Delpo no falló. Fue, entonces, el momento del tie break.

La paridad del tie break se quebró tras el 4-4. Porque Djokovic se apuró y la tiró larga. Delpo tomó las riendas. Regaló una pelota sencilla en la red (tras una genialidad de la galera del nº1) y le dió aire al serbio. Pero el local la dejó en la red y el tandilense festejó con el puño cerrado. El primer daño ya estaba hecho.

Hasta que llegó ese grito desgarrador de Djokovic. Corría el tercer game del segundo set y en el último punto del 3-0 final, la devolución de Nole le causó la puntada final, la estocada que lo noqueó definitivamente a él y a Serbia, de seguir con vida este 2011 en la Copa Davis.

El estadio se puso de pié, y el cuerpo tecnico serbio y fisios de la ITF acudieron de inmediato a ver que sucedía. Pero todo estaba claro, la humanidad del líder ATP dijo basta, y la suerte estaba sellada.

La victoria de Del Potro se transformó en la cuarta final para los argentinos en la Copa Davis por el 3-1 de los de Tito Vázquez. Quedó en el recuerdo el esfuerzo de Nole, por dar la cara por los suyos. Pero el físico no lo dejó. Le dijo basta. Del Potro le ganó por primera vez (ahora el historial es de 4-1 para el serbio). No fue misión imposible.

Pero no fué que Djokovic perdió por abandono permitiendo que Del Potro ganara. A no equivocarse. Lo bueno hecho el viernes obligó a que Nole estuviera en la cancha hoy, asi de simple. SI el rival de hoy hubiera sido Mónaco o Chela, quizás el serbio hubiera tenido mas cuerda. O si hubiera elegido jugar con Nalbandian el quinto, si hubiese hecho falta. Tal vez.

Del Potro, con su presente y por lo que representa, obligó a que arriesgara en un 50% de posibilidades que tenía desde lo físico, Y eso es mérito del argentino, sin lugar a dudas. 

Habla Juan Martín tras su victoria

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