100% DEL POTRO

Como decirlo. Estaba buscando un título para escribir este artículo acerca de la victoria de Juan Martín Del Potro, y creanme que se me hace complicado. Mejor voy a ponerme a escribir y quizás durante la redacción se me ocurra algo.

En 2 horas con 20 minutos alguien se trituró a Rafa Nadal. Y ese alguien es argentino. Desde la final de Guillermo Vilas en el `77 que nadie había llegado tan lejos. Salvo David Nalbandian que trepó hasta semis en el 2003.

Pero mejor vayamos al partido. Ya en el arranque ambos pusieron sus cartas de presentación. En el segundo game, que duro 10 minutos, se tiraron con todo lo que tenian a la mano. Con posibilidad de quiebre para el argentino, por poco lo consigue, pero no pudo. Tampoco tuvo que esperar mucho, ya que en el cuarto game y en la segunda chance que dispuso, lo concretó. A esa altura se veía claramente las estrategias de uno y otro, parecidas en cierto modo.

Del Potro tratando por todos los medios, y lo estaba logrando, de mover de punta a punta a Nadal, que no acertaba en el libreto previsto para el tandilense. En contadas oportunidades lo podía mover al argentino, pero hoy Juan Martín estaba encendido. Comprendió que estaba en semis de un Grand Slam, y estuvo a la altura del compromiso.

Pero como con Nadal hay que extremar cuidados, estuvo muy aplicado desde el principio del partido hasta el final. No tuvo baches y tampoco pasó sustos, en buena medida porque tampoco lo permitió. En el octavo juego desperdició dos quiebres y en la tercera cacheteó para el set. Fueron 50 minutos exactos y el primer chico era para el tandilense. Con 5 aces y 2/6 quiebres se estaba llevando el premio a su paciencia y ambición.

Había que ver como acusaba el golpe el español, que salió herido en el siguiente set. Tuvo una chance de quiebre que no supo aprovechar, ya que el saque de Juan Martín, estuvo atento a las necesidades de ocasión. Peloteos intensos aunque con games menos largos, Delpo se cansó de hacerle parabrisas de fondo de la cancha. Y el saque de Rafa no es como lo era ántes, parte por sus problemas de abdómen ( ahí se siente mucho el tirón ) pero se las arregló como pudo. Sumarle a la tarea de el larguirucho, que estuvo mas que preciso con la devolución hacía todos los esfuerzos de Nadal vanos. Claro, otro jugador empieza a tirar la toalla, cosa que no esta en el manual del buen tenista que bien pregona el ex-nº1.

Eso llevó al extremo la concentración de Del Potro. Encima, Nadal en alguna situaciones te consume. Recordar lo visto ante Monfils, que lo llevó a minarle la fuerzas al francés para que a partír de allí empiece a dar vuelta el partido. Pero nada de eso pasó. Al contrario, el nº5 (a partír de este Lunes)  fue aplicado y siguió con su tiqui-tiqui de fondo. A todo esto ya en el octavo game volvía a quebrar y cocinar el segundo set. Casi un calco del anterior , con 51 minutos de vida, solo un ace y 2/7 quiebres.

Si Nadal ya sabía que debía llegar hasta un cuarto para llevarse el match, ahora se enteraba que debía renegar hasta un quinto, y encima con una torre de 1,98 mtrs enfrente que no afolojaba y le devolvía todo lo que le tiraba, al contrario, mas se sentía cómodo en el match.

Pero el tercero fué el menos complicado, ya que en el tercer game estaba 0-3 Rafa, y no le encontraba la receta. Quízo regular un poquito Del Potro, para tomar aire y tratar de cerrar en ese set, Y lo pudo hacer, Aún cuando Nadal le opuso resistencia, no había con que darle al argentino. Salvo en el segundo game, los otros juegos fueron mucho mas cortos que los que se habían disputado en el partido hasta entonces. Conclusión ? Terminó el último juego con quiebre en cero para Del Potro. Se terminó la historia.