Es una revancha

Hace tres meses, en el polvo de ladrillo de París, Juan Martín del Potro sacó una ventaja 2-1 en sets contra Roger Federer en su primera semifinal en un Grand Slam. Pero el partido se le escapó al argentino ante el suizo y masticando mucha frustración le dijo adiós a Roland Garros. Y ahora quiere revancha, ante cualquier rival.

Del Potro está de vuelta en una semifinal de una cita grande, ahora en el Abierto de Estados Unidos, y la espiral en alza de su tenis sólo hacer pensar que el próximo límite a superar es entreverarse en una final.Rafael Nadal será su rival, ya que hoy superó a Fernando González en la reanudación del partido suspendido a causa del mal tiempo reinante en la Gran Manzana.

"Da igual quien me toca", dijo Del Potro sobre si tenía preferencias de rival en las semifinales. "Todos saben de la clase de Rafa. Este es el único Major que le falta y le tiene muchas ganas".

El respeto que Del Potro guarda por los hombres que ocupan los primeros cuatro lugares del ranking es casi que reverencial. "Están en otra galaxia", indicó con timidez. Lo cierto es que la "Torre de Tandil" está más cerca de situarse en la órbita de los Federer y Nadal. Desde que hizo su gran despegue en el verano del hemisferio norte el año pasado, Del Potro ha superado prueba tras prueba, asimilando sus decepciones con entereza.

Luego que Federer le propinó una paliza en los cuartos de final del Abierto de Australia en enero pasado, Del Potro le plantó cara en Roland Garros en cinco sets. "Aprendí mucho de ese partido. Estuve bien cerca de vencerlo en mi primera semi en un grande. Ahora tengo una segunda oportunidad y estoy más relajado", afirmó. "Todavía tengo que aprender. Quiero ser uno de los mejores en el futuro".

Desde que perdió ante un inspirado Lleyton Hewitt en la segunda ronda de Wimbledon, Del Potro acumuló una racha de 16-1 en canchas duras, su superficie favorita. La gran duda que le rodeaba en la antesala al último Grand Slam del año se centraba en la fragilidad de su físico, si tendría el resto para aguantar las exigencias de partidos de cinco sets en el calor neoyorquino.

Esa inquietud fue mayor por su derrota ante el escocés Andy Murray en la final del Masters de Montreal, en la que Del Potro se quedó sin fuerzas en el tercer set. Pero el argentino, que cumplirá 21 años en menos de dos semanas, ha administrado bien sus partidos en Flushing Meadows, el clima ha sido más benévolo de lo previsto y simplemente ha pulido mejor su repertorio.

Después de Montreal, su equipo decidió no acudir al Masters de Cincinnati para tomarse unos días de descanso en Miami.

Fue la decisión correcta para que pudiese encarar el Slam estadounidense lo más fresco posible. "Juan llegó de la mejor manera", dijo su entrenador Franco Davín. "Está mejor físicamente y mentalmente más seguro".

Una prueba de eso fue la forma con la que remontó el partido de cuartos de final ante el croata Marin Cilic, ganando 17 de los últimos 20 games tras verse abajo 6-3 y 3-1. El gran descubrimiento de estas dos semanas ha sido la efectividad demoledora de su saque en los momentos de apremio. Sus aces siempre aparecen cuando se encuentra 0-30 o 15-40.

"Acabé Montreal con dolores por todos lados", dijo Del Potro. "El no ir a Cincinnati me sirvió y el tiempo de descanso me permitió adaptarme mejor para llegar bien acá".(AP)

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