PARIS — El chileno Fernando González sintió que tuvo en sus manos el partido de semifinales de Roland Garros que perdió en cinco sets contra el sueco Robin Soderling. Pero lo perdió y quedó afuera de carrera en busca de poder obtener su primera corona en un Grand Slam.
Tras perder los dos primeros sets por 6-3 y 7-5, el chileno remontó el partido, se apuntó las dos siguientes mangas y llegó a colocarse con una ventaja de 4-1 y 15-30 a su favor con el saque del sueco, en el quinto y definitivo capítulo.
"Sentí el partido en mi control", pero "él ya no tenía presión y jugó su mejor tenis", explicó "Feña", un tenista que se comportó como un verdadero deportista tras su derrota en un partido, en el que lo dio todo por meterse por segunda vez en su vida en una final de Grand Slam.
Después el sueco se puso 4-4, un juego "demasiado importante por el desgaste físico y mental", dijo el de La Reina, quien reconoció que durante todo el partido no se sintió cómodo.
El juego clave del partido, en el que Soderling le quebró en el quinto set, González dijo que sólo se puede reprochar no haber arriesgado más con el saque, porque quería jugar con primeros servicios.
"Luché, no se pudo", dijo un jugador que aseguró "lo que se vio en la cancha es todo lo que tenía" y quien explicó que no alcanzó su mejor nivel tenísitico porque Soderling, verdugo del español Rafael Nadal en octavos de final, "es muy largo y llega a todas las bolas", por lo que "no le podía sacar de su posición".
"Siempre doy lo máximo que tengo y, lamentablemente, no alcanzó hoy, se sinceró el número doce del mundo, quien dijo que, al final entregarse es secundario porque "lo que importa es ganar o perder.
Tal y como está jugando el escandinavo, tiene "opciones de ganar a cualquiera", dijo "Feña", quien cree que el tipo de juego del suizo Roger Federer es mejor para derrotar a Soderling que el del argentino Juan Martín del Potro, los otros dos semifinalistas.
González ofreció un alarde de deportividad al explicar el incidente más simpático del partido, cuando en el noveno juego del cuarto set, el sueco tiró una bola claramente fuera y González, después de que los jueces no aceptasen sus reclamaciones, se sentó en el suelo y borró la marca con las posaderas.
"Esa pelota fue mala pero no me puedo quejar por un punto después de que jugamos como doscientos. Un punto no afecta en un partido a cinco sets", sentenció el chileno, quien dijo que es "humano" y que, desesperado con los jueces, se volvió "loco" y optó por "algo divertido" porque no había nada más que hacer.
González añadió que perder el partido no fue mala fortuna, pues "lo que es mala suerte es que te toque en la misma generación que Federer y Nadal", dos jugadores que suman en total 20 títulos de Grand Slam.(efe)