Federer jugará su cuarta final consecutiva en París, y la primera sin tener al español Rafael Nadal enfrente, al vencer al de Tandil por 3-6, 7-6 (2), 2-6, 6-1 y 6-4 después de tres horas y 28 minutos. Será su decimonovena final del Grand Slam, igualando las del checo Ivan Lendl.
Soderling se salvó de una derrota anunciada, pues perdía 4-1 en el quinto set, pero liquidó a González en otra épica batalla, por 6-3, 7-5, 5-7, 4-6 y 6-4, también en tres horas y 28 minutos, para alcanzar su primera final en un Grand Slam. Fue feliz, aunque sabe ahora que Federer le ha ganado las nueve veces que se han enfrentado.
El público, una vez más, se decantó descaradamente a favor de Federer. Quieren que gane el título como sea y que iguale los 14 títulos de Grand Slam de Pete Sampras de una vez y aquí. Pero su actitud en el desempate, aplaudiendo los fallos de Del Potro, fue vergonzosa.
Federer ganó porque tiene más clase, supo plantear mejor la estrategia, con perfectas dejadas, y su saque fue superior al del argentino, pero "Delpo" planteó un encuentro casi perfecto, teniendo en cuenta que hasta hoy nunca había ganado un set al suizo en cinco enfrentamientos previos.
El suizo tuvo a sus padres Robert y Lynette como mejores seguidores en el palco, pero nunca estuvo seguro ante un incansable Del Potro, que tras ceder su servicio en el primer juego del quinto set, fue capaz de romper luego en el sexto e igualar 3-3 con un golpe de revés cruzado demoledor.
Cansados los dos, era cuestión de paciencia, y eso le faltó al argentino, que se quebró cuando entregó su saque a continuación, con una doble falta, la quinta, al cuarto punto de rotura.
Del Potro, el más joven semifinalista en París desde Nadal en 2007 (20 años y 257 días), salvó una bola de partido en el noveno juego, pero Federer culminó con una derecha abierta en el siguiente.
En la otra semifinal, en el duelo de las dos derechas más potentes del circuito, Soderling destruyó a González en el quinto set remontando una desventaja que para cualquier otro hubiera sido definitiva, menos para él, desbordado de confianza tras ganar nueve partidos ya seguidos sobre tierra batida (seis aquí y tres en la Copa del Mundo por Equipos de Dusseldorf).
Soderling solo ha ganado cuatro encuentros en su carrera al mejor de cinco sets, y nunca había avanzado más allá de la tercera ronda de sus anteriores 21 torneos de Grand Slam disputados. Pero éste es un Soderling sorprendente, que vive un momento casi irreal.
De los cuatro semifinalistas, el de Tibro era el único que no había ganado un solo torneo en tierra batida. Los tres títulos que posee (Lyon en 2004 y 2008, y Milán 2005) fueron en moqueta y bajo techo. Jamás ha triunfado en arcilla y al aire libre.
"He conseguido el más grande desafío en tenis ahora mismo, vencer a Nadal en tierra en París. Y estoy aún en el torneo, y he jugado un gran encuentro, pero quiero más y siento que estoy en el camino", dijo Soderling, que aspira ahora a ser el siguiente sueco desde Mats Wilander hace 21 años que gana en París.
González, primer chileno en alcanzar las semifinales en Roland Garros desde 1960 (Luis Ayala), perdió una gran ocasión para lograr su segunda final del Grand Slam (Abierto de Australia 2007), y eso que empezó con rotura en la primera manga, y luego en la segunda dispuso de un punto de set, pero Soderling lo anuló con un soberbio saque directo.
Parecía perdido el chileno cuando su derecha comenzó a funcionar y, al aprovechar el primer punto de rotura de que dispuso en el duodécimo juego del tercer parcial, volvió a la vida.
Luego, González, mucho más metido en el partido, mostró su experiencia en tierra, aunque en el noveno juego del cuarto parcial tuvo un enfrentamiento con el juez de silla y uno de los líneas al protestar una bola de Soderling que había sido claramente mala y que le dieron por buena.
"Feña" aceptó a regañadientes la decisión, pero luego se sentó en ese lugar y borró todas las huellas con su trasero, lo que provocó la hilaridad del público de la Philippe Chatrier. En el décimo volvió a romper e igualó un encuentro
En el quinto, "Feña" se frotaba las manos, sonreía, porque todo le iba bien. Desfondado Soderling, el chileno tenía una ventaja de 4-1, pero el escandinavo sacó fuerzas de flaqueza y en una racha increíble ganó los cinco últimos juegos consecutivos, ante la mirada de Bjorn Borg en el palco.
‘Ice’ Borg aún mantiene su récord de cuatro Roland Garros ganados seguidos, junto con Rafael Nadal, gracias a Soderling, que hoy se convirtió en el séptimo sueco en alcanzar la final de París.
"Necesitamos algo de fuerza en el tenis en Suecia. Ojalá que esto haga que muchos niños empiecen a jugar al tenis", comentó Soderling, cuyo primer sentimiento al acabar el partido fue de alivio. "Fue muy largo, y estaba cansado al final. Y unos segundos después estaba muy, muy feliz", dijo.
Soderling acabó con 16 saques directos y 75 golpes ganadores, mientras que González anotó 22 "aces" y ha acabado el torneo con 65.