Una de las jóvenes promesas del tenis argentino exhibió un nivel sensacional para imponerse por 4-6, 6-1 y 6-1 ante el tercer preclasificado, campeón en 2020.
Era una prueba de fuego para corroborar semejante crecimiento en su incipiente carrera. Sebastián Báez (77° ATP) abrió la jornada nocturna del jueves en el Córdoba Open, certamen que marca el inicio de la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo. ¿Quién era su rival? El chileno [3] Cristian Garín (18°), campeón de la competencia en 2020. Si bien comenzó en desventaja, el argentino de 21 años sacó a relucir un nivel brillante para ganar con marcador de 4-6, 6-1 y 6-1.
Apertura hacia los costados para generar espacios y un drop para sentenciar el punto o facilitar su conclusión. Así fue la táctica empleada por Báez para remontar una historia que parecía compleja frente a Garín, que llegaba invicto en el torneo que se disputa en el Polo Deportivo Mario Kempes. “En el inicio había estado un poco nervioso, creo que eso me jugó en contra. Una vez que logré tranquilizarme y hacer mi táctica, aproveché de la mejor manera los momentos delicados del partido”, remarcó quien estrenará su nombre en los cuartos de final de un torneo ATP. Su rival saldrá del cruce entre el chileno [Q] Alejandro Tabilo (144°), que hilvanó tres triunfos consecutivos sin ceder parciales, y el español Carlos Taberner (105°), vencedor en el debut del argentino Federico Delbonis.
Uno de los protagonistas de la actividad fue [4] Lorenzo Sonego (23°), cuarto preclasificado del torneo. Roberto Carballés Baena (71°) comenzó con rendimiento parejo que lo llevó a ganar el parcial inicial por 6-4 y plantear una batalla sostenida durante el segundo. La historia cambiaría a partir del tie break de dicha manga, ya que el italiano se afianzó desde el saque, lo ganó sin mayores dificultades y concretó la remontada con un 6-2 contundente. “Era mi primer partido en polvo de ladrillo desde Roland Garros, motivo por el cual experimenté un comienzo complicado. Me sorprendió el apoyo del público, sabía que era una hinchada calurosa pero estoy muy contento por su compañía. Fueron fundamentales en el triunfo”, señaló un personaje alegre, que se animó a bailar (una de sus pasiones fuera del tenis, al igual que el canto) luego del partido y reconoció que compondrá una canción próximamente.
El inicio de la jornada había incluido un cierre precipitado por una acción desafortunada. Con el marcador en favor de Albert Ramos-Viñolas (44°) por 6-4 y 2-3, Juan Pablo Varillas (129°) se torció el tobillo derecho y no pudo continuar el encuentro disputado en el estadio principal. “Lo siento mucho por él y su equipo, viene teniendo un rendimiento bárbaro en polvo de ladrillo desde el cierre del año pasado. Es un torneo con características diferentes que, en lo personal, me van bien. De todas maneras, me cuesta un trabajo físico y mental muy importante”, remarcó el subcampeón de la edición pasada, que arribó a cuartos de final por tercera ocasión y se medirá con Sonego.
Con información de Córdoba Open