Una opaca actuación del argentino en segunda ronda ante el local lo dejó afuera del Masters 1000 de Cincinnati.
Volver al circuito después de tanto tiempo, trae consecuencias y obviamente no es nada fácil. Algo de eso le ocurrió a [9] Diego Schwartzman (13° ATP) este lunes, en su segunda presentación en Flushing Meadows ante el siempre incomodo Reilly Opelka (39°).
El gigante estadounidense de 2.11 metros, estuvo fino y aunque sin deslumbrar, se quedó con el pase a la tercera rueda del M1000 de Cincinnati venciendo en sets corridos al argentino 6-3 y 7-6 (4) en 102 minutos de juego.
Schwartzman nunca pudo entrar en ritmo, en parte por responsabilidad de Opelka y algo de su parte también. Si bien pudo devolver muy bien, no le alcanzó para contrarestar los embates de saque del gigante local, con mucha pelota cortada y sin profundidad.
Asi, los dos quiebres de Opelka marcaron la diferencia a pesar de solo haber cedido uno, con Schwartzman intermitente y fastidioso por cometer errores no forzados. El 6-3 es la foto perfecta de lo que ocurrió en el parcial.
Pero el haber entregado su set inicial, obligó a Schwartzman a ser mas preciso, arriesgar y claro, esperar algún error de Opelka para aprovechar y sacar provecho de ello. Algo que casi no sucedió y para colmo, el argentino no supo capitalizar tres sets points que bien hubiera extendido el match y el suspenso en quien sería el ganador.
Un tie break con Opelka mas concentrado, y enfocado en hacer daño a Schwartzman por méritos propios y errores ajenos. De esa manera, se llevó el set y partido, merecidamente y estirado al 2-1 en el H2H entre ambos.
A la hora de repasar lo sucedido, Schwartzman no tuvo excusas y puso la cara de lo que paso en la cancha: “Fue difícil el partido. Todo lo que tenía que hacer para ganar, lo hice muy mal. Jugué un partido horrible. Saqué muy mal, intenté meter más los primeros saque en el segundo set, pero el primer set se me fue rápido, hice muchos errores. Encima las estadísticas de saque de él tampoco fueron tan buenas. En el segundo set tuve la chance, pero cometí muchos errores de fondo, y ahí tendría que haber sido muy superior. Jugué horrible. No sé si culpar al ritmo. Tuve un muy mal día” señaló con bronca.
Lo que viene ahora, es el US Open. Tendrá mas tiempo para preparar el GS, pero menos competencia también. Y eso en el alto rendimiento, se paga con resultados.
Con respecto a lo que sigue tras NY, el circuito europeo esta en su cabeza y sobre eso opinó tras su derrota: “Tenemos entendido que en Europa se va a jugar con algo de público. Ahora, sin gente, le falta chispa. Con aliento te motiva un poco más jugar, pero es una cuestión de costumbre. Igual, son decisiones que no pasan por nosotros. Creo que en 2021 va a volver un poco más lo cotidiano, con o sin público” culminó el “Peque”.-
Fuente: Fer Gómez – Agencias