El Domingo en la noche por televisión reeditaban la epopeya de Gastón Gaudio en el Roland Garros del 2004 cuando venció en la final a Guillermo Coria y logrando así ser el 2º argentino, detrás de Guillermo Vilas en lograr un Grand Slam en la meca del tenis sobre arcilla.
Pasaron 5 años y ese resultado fue un quiebre, o un ántes y después en la carrera de ambos. En el Gato porque después de ese título es como si hubiese tocado la cima (quedó 10º y fue 34º antes de comenzar RG) y no volvió a repetir grandes resultados, y el Mago tras esa final no volvió a ser el mismo, empezó a fallar en el saque, se lo vinculó sus malas performances con problemas conyugales, etc. En fin, ese partido cambió la historia del tenis argentino. Sin embargo Argentina tenía 3 jugadores dentro del top ten (Coria, Nalbandian y Gaudio).
Durante estos años, apareció el español Rafa Nadal, un fenómeno del polvo de ladrillo que ganó las últimas 4 ediciones e intenta repetir su quinta corona este año, como lo repitió en Montecarlo y en Barcelona, con la gran diferencia que es un Grand Slam y es el único que le falta completar en la vitrina a su archirrival el suizo gran Roger Federer, que está 2º y tratando de recuperar la corona perdida "que le arrebató" el estupendo Rafa.
En el 2008 vio a los argentinos llegar hasta tercera ronda, exactamente a esta llegó el rosarino Eduardo Schwank donde perdió con el local Paul Henri-Mathieu en cuatro sets por 6-2, 6-3, 3-6 y 7-6.
Para este año estan confirmados Gaudio con la WC, Juan Martin Del Potro, Jose Acasuso, Martin Vasallo Argüello, Eduardo Schwank, Juan Ignacio Chela, Juan Mónaco, Máximo González, Diego Junqueira, Agustin Calleri, Sergio Roitman y entre las mujeres Gisela Dulko y “La Pitu” María Emilia Salerni.
Hasta hace 2 años eran 17 los argentinos inscriptos para RG, ahora serán 13, no nos olvidamos de David que no será de la partida por su reciente lesión y operación de la "maldita cadera", pero está claro que no hay demasiadas variantes detrás de Delpo de cara al futuro .
Ojalá este panorama se aclare y no aparezcan los nubarrones que debimos padecer en los años ’90 cuando nuestro país pasó por etapas muy negras en Copa Davis (descensos de por medio) y con resultados negativos en el circuito.