M1000 Montecarlo: Blanco y negro para los argentinos en la primera ronda

Tomas Etcheverry avanzo en duro match ante el controvertido Corentin Moutet mientras que Sebastián Báez no pudo ante Tomas Machac, ambos por la primera ronda.

Una buena y otra mala para los tenistas argentinos en el Masters 1000 de Montecarlo. Por un lado, Tomás Etcheverry venció en tres sets al histriónico francés Corentin Moutet por 4-6, 6-1 y 6-4. En la segunda ronda, el platense se medirá con el español Alejandro Davidovich Fokina. En contrapartida, Sebastián Báez cayó contra el checo Tomas Machac, también en tres sets: 3-6, 6-3 y 6-2.

Desde la qualy previa, Mariano Navone a pesar de entrar en el main draw, no pudo ante Mateo Berrettini cayendo en sets corridos por doble 6-4, mientras que Camilo Ugo Carabelli corrió similar suerte y marcador ante el francés Alex Muller.

El partido entre Etcheverry y Moutet en el antiguo court número 2 tuvo al francés como pintoresco protagonista. No por su tenis -de buen nivel en el primer set, pero que decayó en el resto del encuentro- sino por sus extravagancias. Al comienzo del segundo parcial -y luego de haberse impuesto en el primero-, el zurdo europeo sorprendió al argentino con un saque de abajo. Si bien está permitido en el reglamento, no es lo más usual, aunque sí en los habituales recursos de Moutet. Ocurrió que el argentino no pudo devolver la pelota y el francés terminó sumando un ace. El público presente en el estadio deliró por la acción y ovacionó al tenista galo: “¡Moutet, Moutet, Moutet!”. De todas maneras, el francés, que ya había probado otro saque de abajo al principio del encuentro (con la atenta devolución del argentino) terminaría perdiendo el set por 6-1.

En el tercer parcial, el show de Moutet continuó. Con el marcador 3-2 a favor de Etcheverry, a Moutet se le saltó la cadena. Tras un punto perdido, el francés rompió una raqueta con su rodilla. Lejos de descartarla, como hace la mayoría de sus colegas, el galo optó por regalársela a un espectador que estaba en la tribuna. El hincha se la quedó de recuerdo; un souvenir del partido. Y no era uno más de los asistentes al encuentro, sino que podría decirse que pertenecía a una mini-barra que alentó a Moutet desde el primer punto. El francés le devolvió la gentileza con su raqueta. Rota, pero raqueta al fin.

El desahogo de Etcheverry tras el final de un partido que duró dos horas y veinte minutos tiene su explicación. El argentino venía de dos derrotas en primera ronda y una caída con Jakub Mensik en los cuartos de final del Challenger de Cap Cana (República Dominicana). Precisaba un triunfo para volver a creer. Y lo consiguió luego de estar a remolque: ganaba 4-1 el primer set, pero aparecieron dudas en su juego, Moutet mejoró y se terminó quedando con el parcial por 6-4. Ese resultado no amilanó al argentino, que con algo más de agresividad y mucho coraje pudo conseguir la victoria. Su primer triunfo ATP en 41 días. Se aprovechó, además, de que el francés venía de dos partidos extenuantes en la clasificación: dos horas y cuarenta minutos contra el canadiense Gabriel Diallo y tres horas y media ante el belga David Goffin.

La mala la trajo Sebastián Báez (36° ATP), cayó en su presentación contra el checo Tomas Machac (21°). Báez comenzó bien y se quedó con el primer set por 6-3, pero luego sucumbió ante el mejor juego del tenista europeo.

Así, el argentino no pudo revalidar la buena semana que había tenido en el ATP 250 de Bucarest, donde había vencido al canadiense Diallo, al también argentino Francisco Comesaña, al húngaro Marton Fucsovics y había caído en el partido decisivo ante el italiano Flavio Cobolli por un doble 6-4.

De esta manera, y tras la eliminación de Báez, en Montecarlo, el certamen se quedó con solo dos argentinos: Etcheverry y Francisco Cerúndolo. Ambos tendrán rivales españoles en la segunda fase: el primero jugará ante Davidovich Fokina y Cerúndolo frente a Carlos Alcaraz (también este miércoles, aproximadamente a las 8 de nuestro país, en el segundo turno del court central).

Con información de agencias

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