Novak Djokovic preciso de 4 horas y 38 minutos para superara Francisco Cerundolo en su partido de cuartos de final de Roland Garros. Ya no quedaan mas argentinos en competencia.
La fría estadistica indicara que en los cuartos de final de Roland Garros, el n° 1 del mundo Novak Djokovic vencio en cinco sets a Francisco Cerundolo por 6-1, 5-7, 3-6, 7-5 y 6-3 en 4 horas y 38 minutos de juego. Pero la realidad, indicará que el partido, fue una lucha sin cuartel, donde el serbio nuevamente se reinventó y saco adelante un trámite que lo complicó y mucho.
Fran lo tuvo contra las cuerdas a Novak Djokovic, campeón defensor de Roland Garros. Pero cuando parecía que tenía encaminado el partido ante un rival mermado físicamente, Nole resucitó. El serbio, que luchó casi todo el encuentro con una molestia en la rodilla derecha, levantó una desventaja de 2-4 en el cuarto parcial, cuando estaba ya 1-2 abajo en sets, y forzó el quinto, en el que selló un triunfo que valió mucho más que el pase a cuartos de final.
Para el argentino, la impotencia de haber podido pero sin lograrlo, pero seguramente con la tranquilidad de saber que puede ante los grandes, tiene cabeza, tenis y sabe moverse con soltura sin miedo escenico. Esta para mas Cerundolo, lo demostró con creces y sin verguenza.
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Djokovic tuvo un arranque furioso: se llevó su primer game de servicio en cero, sin darle chance al argentino de acomodarse en la cancha ni de oponer mucha resistencia. Pero los siguientes juegos fueron más parejos, porque Cerúndolo empezó a moverse muy bien y a conectar con precisión su derecha y porque el serbio cometió algunas equivocaciones que dejaron a la vista sus puntos débiles. A veces en el tenis los scores son mentirosos, y eso paso en el set inicial, por que el argentino estuvo en partido y solo falló en los momentos críticos.
Pero Cerúndolo arrancó mejor el segundo parcial, más confiado con su servicio y mejor plantado en la cancha, y pudo sostener sus dos primeros games de saque. Luego de que el argentino se pusiera 2-1, el serbio pidió el médico por una molestia en la rodilla derecha y aprovechó algunos segundos mientras se preparaba para servir para probar la pierna y ver cómo se sentía.
Las molestias en el serbio eran permanente pero aun asi se lasingenio para meterle rsistencia a los mbates de Fran. Por eso en el 12° game, cuando parecía que el tie break era inevitable, el argentino tuvo dos nuevos break points. Djokovic salvó uno con un extraordinario saque y volea. Pero mandó la pelota muy ancha en el segundo y el porteño finalmente consiguió un quiebre y se llevó un set muy luchado.
Con el empuje del cierre del segundo set, Cerúndolo arrancó con todo el tercero. El argentino movió al serbio por toda la cancha, lo hizo correr y esforzarse por cada pelota, y consiguió un quiebre muy rápido y confirmó la ventaja para ponerse 3-0. Djokovic seguía con la molestia en la rodilla qu lo volvió a incomodar y siguió quejándose y cometió demasiado errores, con un tenis que funcionaba bien en un punto y desaparecía en el siguiente.
Fran no perdió el foco y mantuvo su buen momento para quedar 4-1 y profundizar el gesto de preocupación de Nole. El serbio se las ingenió para mantener el servicio, aunque cada vez se lo vía más limitado para desplazarse en la cancha; y tras poner el 2-4, desde su box le llegó una botella con un líquido que él se apuró a beber. Y un par de juegos más tarde, mientras el ganador de 24 “grandes” peleaba con él mismo y negaba con la cabeza, el porteño cerró el set por 6-3.
Cerundolo estaba arriba en el score y con Nole a merced. Pero Djokovic, es de una madera unica, que fue capaz de superar nada menos que a Federer y Nadal con logros, permanencia y actualidad a sus 38 años.
En el descanso del cuarto Djokovic volvió a pedir el médico, que le dio unas pastillas. Y en una charla con el supervisor del torneo, que se acercó mientras lo atendían, el serbio insinuó que el problema en la rodilla había sido culpa del estado de la cancha.
Cerúndolo no aflojó ni se relajó -como suelen hacer a veces los jugadores cuando sus rivales parecen lesionados- y siguió presionando, muy sólido con su derecha y con un juego consistente. Y tuvo su premio en el quinto game, en el que tras conseguir un break point, se llevó el quiebre con un error no forzado de revés de Djokovic (3-2) y confirmó la ventaja para el 4-2. Un escenario ideal que invitaba a soñar.
Pero cuando había aroma a batacazo en el aire, el serbio renació increiblemente de las cenizas. Primero recuperó el quiebre para igualar 4-4. Y luego, ya moviéndose con más comodidad, tuvo cuatro sets points en el 12° game, con el argentino al saque. Y recién en el cuarto, una pelota que Cerúndolo dejó en la red le permitió quebrar, llevarse el parcial y forzar el quinto, haciendo estallar al público.
La central era un hervidero con la gente alentando a ambos pero con el serbio buscando inclinar la balanza de los aplausos a su favor. Con esa atmosfera y completamente enchufado, Djokovic no le dio respiro a Cerúndolo en el arranque del set decisivo. Y con un impecable game de devolución, concretó un quiebre muy rápido y se puso 2-0.
Pero lejos de entregarse, el porteño no tiró la toalla. Pese a que su rival ganaba confianza con cada punto que pasaba, siguió buscando y no tardó mucho en nivelar el marcador, con un break en el tercer game y un sólido juego de saque (2-2).
Quedó claro que la molestia en la rodilla había desaparecido (o al menos no lo limitaba demasiado) cuando corrió todas las pelotas tras sacar 3-3 y 15-0 en el séptimo game y terminó festejando el punto haciendo “el avioncito” cerca de la red. Y otra vez en el octavo, en el que no perdonó ninguna con la devolución y logró un quiebre demasiado valioso para adelantarse 5-3.
Y el epilogo mostro a Djokovic afilado con su servicio y sin dejarle margen alguno de recuperacion a Cerundolo selló su triunfo tras cuatro horas y 38 minutos.
Ahora su proximo rival será Casper Ruud (7°), que superó por 7-6 (6), 3-6, 6-2 y 6-2 al estadounidense Taylor Fritz (12°), en un choque que será una reedición de la final del año pasado, que quedó en manos del serbio. El noruego había sido además finalista en 2022, cuando cayó en el duelo decisivo ante Rafael Nadal.
Con información de agencias