Protagonista impensado del tercer día, Carlos Berlocq irá hoy por el triunfo más importante de su vida. Será a las 10.30 cuando en el estadio Mary Terán de Weiss enfrente al checo Tomas Berdych. Si consigue la milagrosa victoria, luego Juan Mónaco definirá la serie ante Radek Stepanek.
En caso de perder, Argentina cortará una racha de 14 años sin derrotas como local en polvo de ladrillo.
Berlocq y Berdych se enfrentaron en dos ocasiones y en ambas ganó el tenista visitante. La primera fue el año pasado en el Masters 1000 de Miami y la victoria fue ajustada: 7-6 (10-8) y 7-5. La otra ocurrió este año en la Copa del Mundo por equipos de Düsseldorf y el pupilo de Francisco Yunis lo llevó al tercer set para perder por 6-1, 6-7 (2-7) y 6-3.
Para el segundo choque, si se juega, Stepanek lleva una ventaja de 4-2 aunque el único encuentro que disputaron en polvo de ladrillo -en el Masters 1000 de Roma de este año- lo ganó el tandilense.
La última vez que Argentina perdió como local jugando en canchas lentas fue en septiembre de 1998 cuando Eslovaquia la venció por 3 a 2 en el Buenos Aires Lawn Tennis Club y lo priva de ascender al Grupo Mundial.
Claro que no hay que olvidar que en los últimos 168 meses nuestro país también perdió una vez en casa, pero sobre cemento y bajo techo. Fue en la dolorosa final ante los españoles (sin Nadal) en Mar del Plata, de cuatro años atrás. Fue después de discusiones varias por la sede elegida, reventa de entradas y peleas internas que aún se recuerdan.
Ayer, en la charla con los medios tras la derrota en el dobles, las miradas y el centrop de atracción estaban enfocados solo en Charly.
De semblante calmo, sonriente al mismo tiempo por la chance y la oportunidad, agradeció esa posibilidad, y prometió dejar todo para que Monaco mas tarde, pueda transformar la serie y Argentina repita una final de Copa Davis por quinta vez.
Pero vale la pena, verlo y escucharlo, en la conferencia de prensa post-partido del dobles de la segunda jornada.