Cuando en el verano último me empeñé en hacer una página de tenis, lo hice para dedicarme con pasión y mucho cariño al deporte que mas amo y practico desde chico.
Pero en charlas previas con los muchachos del staff, Adrián Ordoñez, Martín Huzman, Gastón Luppi y Matías Greco, coincidíamos que la empresa sería dura y extensa hasta plasmarla.
Y lo conseguimos. Pero no vislumbrábamos un año asi de Delpo. Quizás yo particularmente, lo de ayer en el año que viene, pero no tan rápido. Nos centrábamos en la Davis para ver que onda después de vivir lo de Mardel. Sin poder ver a Nalbandian por su lesión, Delpo y el resto de la legión era la camada a seguir. Pero la Davis ya será tratada oportunamente y con posibilidades de vuelta, estamos seguros de ello.
Pero no estamos para hablar de nosotros, sino de la posibilidad de haber estado cubriendo desde aquí esta victoria de Juan Martín ante Roger Federer.
El larguirucho mostró que es de otra madera, tiene otra afinación diferente a la del resto. Un gran ejecutor desde lo táctico y mental, para dirigirlo desde el completo anonimato, que es Franco Davin. Alguien que eligió el perfil bajo para su lugar.
Delpo ya tiene otra mente, no solo ya aprobó desde lo tenístico, sino que ya se metió el tenis en la cabeza, que era lo que le faltaba. Ayer se la creyó, y asi como el suizo le tiró su trayectoria y trono en Nueva York, él le tiró su 1,98 mtrs. y su derecha. Porque el saque estuvo algo dormido, pero fue efectivo cuando lo necesitó, a pesar de alguna doble falta, y eso demuestra que esta teniendo variantes de juego. Cuando debe acudir a meter aces, lo hace. Y cuando necesita hacer jugar al adversario, también lo aplica.
Y hay algo que acaba de imponer al resto. Respeto.
El lote de arriba ya no será mas de cuatro, se esta transformando de cinco. A Djokovic lo tiene a algo menos de 700 puntos, y esta etapa del año parece que le sienta bien.
Algunas decisiones también hay que valorarlas y no pasarlas inadvertidas. Y una de ellas fué sin ninguna duda no jugar Cincinnati, para llegar descansado a Nueva York. Otro acierto sin dudas.
Pero esto pasó, hay que disfrutarlo y pensar en lo que viene. Y asegurar que, con Juan Martín en este nivel, mas Nalbandián en forma, no se puede pensar en otra cosa que volver a intentar con la Davis.
Hoy solo tiene 20 años, ya hay que seguir mirando para atrás para ver lo que viene. Por eso, nuestro tenis goza de buena salud.