Ensalada rusa

PARIS — La rusa Dinara Safina (1ª preclasificada) superó a la eslovaca Dominika Cibulkova (20ª) por 6-3 y 6-3 en las semifinales de Roland Garros y alcanzó la definición del Grand Slam parisino por segundo año consecutivo.

La número uno del mundo jugó en un gran nivel, y no tuvo problemas para quedarse con un partido que resultó más parejo en el desarrollo que lo que indica el marcador.

Aunque arrancó con un quiebre en contra en el primer game, dominó a su rival gracias a su habitual aceleración, a la potencia de sus golpes de fondo y a los ángulos que logró de a ratos para sacar de la cancha a una Cibulkova que jugó bien y llevó a cabo un planteo inteligente, pero no tuvo las armas suficientes para contrarrestar el aluvión de Safina.

Por ejemplo, la eslovaca cometió apenas 6 errores no forzados en el primer set, y lo perdió por 6-3. Es que en ese primer parcial, Safina casi triplicó los tiros ganadores de su contrincante. Y aunque la eslovaca buscó aprovechar su mejor movilidad, la rusa encontró la manera de vulnerarla: jugar bien profundo y evitar que se meta en la cancha.

En esa misma manga Cibulkova contó con tres chances de quiebre, pero sólo pudo aprovechar una, la primera. Safina, en cambio, tomó sus primeras dos.

La tónica del encuentro se mantuvo en el segundo set: Safina logró un quiebre temprano que Cibulkova pudo recuperar enseguida en 5 oportunidades. Las desperdició todas.

Las dos siguieron jugando bien, a ley de palo y palo. Pero Safina se agrandó en los momentos más importantes.

Al final, cerró el encuentro tras 1 hora y 41 minutos de juego. Con esta victoria, la rusa estiró su récord a 20-1 desde que se convirtió en la número uno del ranking mundial el 20 de abril.

"No fue un partido fácil", comentó. "Estaba nerviosa al principio porque deseaba mucho este triunfo". Y agregó: "Estoy tratando de controlar mis emociones. No estoy jugando tan bien, pero de todas maneras no es fácil ganarme".

"Realmente quiero ganar este torneo. Tuve una muy buena experiencia el año pasado, y espero que me vaya mejor este año. Todavía tengo que jugar otro partido, y voy a dar todo lo que tengo", afirmó.

Ahora, la hermana menor de Marat Safin buscará su primer título de Grand Slam, una cuenta pendiente tras haber caído la temporada pasada en la final de este mismo torneo ante la serbia Ana Ivanovic, y tras ser vencida por la estadounidense Serena Williams en el último Abierto de Australia.

Para lograrlo, deberá imponerse a su compatriota Svetlana Kuznetsova (7ª), que en semis venció a la australiana Samantha Stosur (30ª) y también alcanzó su segunda final en París, donde tampoco tiene títulos (en 2006 cayó en la definición ante la belga Justine Henin).

 

Kuznetsova batalló duro ante Stosur

En su duelo ante Stosur, la campeona del US Open 2004 jugó con altibajos. Se trató de un duelo parejo, disputado, con muchos quiebres de saque y bastantes errores no forzados. Fue 6-4, 6-7 (5-7) y 6-3, en una hora y 43 minutos.

La australiana intentó imponer su fuerza desde el saque y el juego de fondo, mientras Kuznetsova batalló con su velocidad de pelota, su muy buen juego de ángulos (sobre todo con el revés) su excelente velocidad de piernas.

En el primer set, las dos cedieron su saque con frecuencia, pero Kuznetsova jugó con autoridad los tramos finales del parcial y se afianzó con su servicio para lograr una diferencia parcial.

En la segunda manga, quien eliminara a Serena Williams se llevó un quiebre temprano para quedar 2-1, pero volvió a ceder su saque cuando estaba 4-3 y terminó cayendo en el tie break. Un tie break en el que llegó a estar 4-1 arriba.

En el tercer parcial, la número siete del mundo volvió a pegar primero: quebró para quedar 4-2 arriba con su saque y ya no miró atrás: se impuso por su experiencia, y por asimilar más rápido los golpes que asestó su rival en la batalla mental.

En el historial -de cara a la final- entre Safina y Kuznetsova, la número uno del mundo está al frente 8-5, y de hecho ganó 5 de los últimos 6 duelos entre ellas. Sin embargo, en esta temporada se enfrentaron dos veces: las dos en una final sobre polvo de ladrillo. Cada una ganó una: Safina se quedó con el título de Roma, Kuznetsova se impuso en Stuttgart.

La que disputarán Safina y Kuznetsova será la segunda final rusa de Roland Garros, después de la que ganó Anastasia Myskina en el 2004, frente a Elena Dementieva.

Hasta ahora ha habido tres finales rusas en la historia de los certámenes de Grand Slam, ya que a las dos de Roland Garros hay que sumar la que ganó en el 2004 en el US Open la propia Kuznetsova a Dementieva.

"Sin duda tendré stress, definitivamente habrá emoción, definitivamente será difícil. De todo", señaló Kuznetsova, una jugadora completo y muy aguerrida. También señaló "que las jugadoras rusas no tiene grandes medios para progresar en el tenis y que su éxito se debe a que son duras".

Kuznetsova, la única jugadora en derrotar este año a Safina en tierra batida, aseguró que la falta de medios cuando era joven la hizo más fuerte.

La séptima favorita del torneo, quien atribuyó gran parte del mérito del tenis ruso al impulso que dio a ese deporte el ex presidente ruso Boris Yeltsin, confesó que cuando descubrió que Safina y ella avanzaban por diferente lado del cuadro pensó que había "una posibilidad" de que hubiera una final entre rusas.

"No quería ver el cuadro, ni que me lo dijeran" porque sólo me importa cada partido", dijo Kuznetsova, quien catalogó a Safina, número uno del tenis, como la "favorita" el próximo sábado aunque las dos han hecho "una gran temporada de tierra batida".

"Para ganar, tengo que trabajar mi juego", dijo la de San Petersburgo, quien aseguró que el tobillo que se torció antes de su partido de semifinales no será un problema contra Safina y que estará bien cuando descanse.

La rusa reconoció que, en la final, habrá "estrés, emociones, negocio…" pero agregó que intentará "dejarlo todo de lado" y "no cambiar en la final", sólo salir, pasárselo bien y hacer su juego y no pensar demasiado porque no tiene "nada que perder".

"Al final del día, es sólo un juego, ¿no?", concluyó la rusa, quien, al contrario que su rival, ya sabe lo que es ganar un Grand Slam, desde que se apuntó el Abierto de Estados Unidos en 2004.(espn.com)

 

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