Madrid: Djokovic sigue sumando M1000

Una demostración de autoridad en toda regla. Novak Djokovic coronó este jueves su tercer título del Mutua Madrid Open, remarcando su control al frente del ATP Tour.

El balcánico, que llevaba cerca de tres años sin ganar un título sobre tierra batida (Roland Garros 2016), completó un viaje en el tiempo para reencontrarse con la superficie más lenta del circuito. La misma que puede terminar de aferrarlo a la cima del tenis masculino. Con una calma absoluta, el serbio se ganó el aplauso del estadio Manolo Santana.

El líder ATP desbordó por 6-3, 6-4 al griego [9] Stefanos Tsitsipas para conquistar su 33º título Masters 1000, igualando la plusmarca histórica establecida por Rafael Nadal en torneos de esta categoría. El serbio levanta así el 74º título individual de su carrera deportiva y el segundo de la temporada 2019, después de conquistar el Abierto de Australia el pasado mes de enero.

La primera manga fue un buen ejemplo de experiencia. Si Tsitsipas intentó acudir a lo desconocido, buscando poner las manos en su primer Masters 1000, Djokovic compitió sabiendo lo que encontraría a cada paso. El serbio arrebató el primer turno de servicio a su rival y pudo competir durante toda la primera manga con viento a favor. El 3-0 que supo colocar de inicio antes de romper a sudar le permitió dominar tácticamente la entrada en calor. Apenas una rotura le permitió tener el control ante Tsitsipas, incapaz de generar una pelota de rotura en todo el primer set.

Ante los problemas surgió el gran carácter de Tsitsipas, dispuesto a plantar cara a los mayores nombre del circuito. Ante uno de los mejores restadores del mundo al acecho, cada turno de servicio fue un camino por la cuerda floja. Y Djokovic estuvo a punto de morder bien pronto, con un 15-40 con 1-1 en el marcador. La presión nunca descendió: Novak logró al menos dos puntos por juego en cada turno de devolución desde entonces. Con 4-4 y una sensación de peligro constante arrebató el servicio a Tsitsipas. Para el número 1, la oportunidad fue suficiente para culminar la victoria al saque.

Djokovic tuvo respuestas para el impredecible juego de su adversario. No dudó Tsitsipas en buscar al serbio cerca de la red, un área de pista que el heleno controla como pocos jugadores de su generación. Si las dejadas fueron frecuentes también lo fue la anticipación de Novak, rápido como un rayo para responder a cada cambio de ritmo del griego. A diferencia de muchos compañeros, desesperados durante la semana por la táctica de Stefanos, el No. 1 mundial aceptó cada dificultad táctica que planteó el encuentro.

El triunfo sirvió para que Djokovic empatara el historial ante Tsitsipas (1-1), vencedor en el único duelo previo en los octavos de final de la Rogers Cup 2018 en Toronto. Entre dos jugadores bien instalados en el Top 10 del Ranking ATP, acostumbrados a las rondas finales de los mayores torneos, los capítulos de esta rivalidad podrían multiplicarse en los próximos meses.

Los triunfos de Djokovic en Madrid han representado momentos muy especiales en la carrera del balcánico. La edición de 2011 (derrotó a Nadal) fue la antesala de su primer ascenso al No. 1 mundial, terminando de colocar al serbio en la historia del circuito. En la temporada 2016 (derrotó a Murray), con una carrera ya legendaria a la espalda, a su triunfo en la Caja Mágica se sucedió la conquista de Roland Garros para completar la colección del Grand Slam.

Ahora, y tras dejar una firme huella en el corazón de la tierra batida, Djokovic mira con ambición al futuro como líder del ranking ATP. El serbio competirá la próxima semana en el M1000 de Roma, su torneo sobre arcilla más solvente con cuatro títulos, y culminará la gira en Roland Garros, donde intentará levantar su cuarta corona consecutiva de Grand Slam. Un horizonte espectacular en manos del actual rey del circuito.

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