Nadal y Pico definen Buenos Aires

Sin sufrir no es lo mismo, podría ser una buena definición para el match de Pico ante Almagro. Después del golpe que significó haber quedado afuera del equipo de Copa Davis, el tandilense llevó su gran semana hasta el último día del Argentina Open. Fue muy sólido el rendimiento de Mónaco en el primer set, que duró 45 minutos y se cerró con un quiebre del tandilense. Esa definición fue un espejo de lo que resultó el comienzo del partido, con seis quiebres en total, cuatro de ellos para Pico.

Dos jugadores que hace muy poco tiempo estaban Top-20 y que hoy navegan fuera del Top-50, esta vez recordaron su nivel de antaño y jugaron una verdadera final

En el segundo, el argentino consiguió una buena ventaja y estuvo cerca de cerrar el partido en el décimo game, cuando tuvo dos match point. Sin embargo, los errores afloraron y la definición se estiró al tie break, donde al final Mónaco cometió un error no forzado, quedó 6-7 y el español cerró el segundo set con su saque.

Mónaco empezó el tercer parcial con un quiebre. pero había que sufrir un poco más, añgo a lo que Pico parece tener que pasar si o si. Y ya mas sobre el final, y en un duelo de derechas sin demasiada convicción, una de Almagro quedó en la red: 40 iguales para volver a respirar. Insistió luego sobre el revés para volver a tener un match point (el tercero del partido) y lo cerró con un ace.

Mas tarde y en la segunda semifinal Rafa y Berlocq dieron lo mejor de si. Cada uno hizo pesar su servicio. Tuvo un break point Berlocq en el tercer game, pero Rafa supo como responder. También el español tuvo sus oportunidades de tomar el saque de su adversario. Se le escapó uno en el cuarto game, y tres en el sexto, cuando a Charly no le tembló la mano y zafó de un 0-40. Finalmente, se llego al TB.

En silencio, y pegándole muy fuerte a la pelota, Berlocq se encontró con ventaja de 3-0 en el desempate. Descontó Rafa, pero no le alcanzó, hasta que el buen andar de Berlocq le permitió ponerse 6-1 y quintuple set point ante el delirio del público, que veía que Nadal no atacaba, solo se defendía y como podía. Pero nunca, de ninguna manera, hay que dar a Nadal por muerto.

Rafa empezó a descontar y Berlocq a errar, en simultáneo. Y la fibra de su experiencia en situaciones adversas, afloró. Empezó a atacar, cosa que no podía minutos antes, y Berlocq pasó de dominar a aguantar. Y el 9-7 selló el set, y casi el partido.

A pesar de perder el parcial, Berlocq no perdió el foco ni la motivación. Y lo demostró con un quiebre en el primer juego y un buen game de saque para ponerse 2-0. Pero hasta ahí lo dejó llegar Nadal, que mostró buena parte de su repertorio para ganar seis games consecutivos y sellar su pasaporte hacia la final. En definitiva, la diferencia entre un jugador y otro, nada menos.