Wimbledon : Roger y su mejor imagen

El reciente campeón de Wimbledon, el suizo Roger Federer, aseguró después de hacerse con su séptimo título en el All England Club tras derrotar al británico Andy Murray en la final, que se encontraba "muy feliz" y que "nunca" dejó de creer en su tenis.

"He jugado, probablemente, mi mejor tenis del torneo. Siempre dije que rendía mejor en semifinales y en la final. Es impresionante volver a ganar aquí después de tres años, el sentimiento es familiar", declaró el siete veces campeón en Londres.

El Duque de Kent fue el encargado de entregar el trofeo al suizo, que se deshizo de Murray por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4 en tres horas y 24 minutos y que, con este triunfo, iguala al estadounidense Pete Sampras con siete entorchados en Londres y recupera el número uno en el ránking mundial.

"Es impresionante, Sampras simpre fue mi héroe, todavía no me lo creo. La verdad es que nunca dejé de creer en mi tenis, durante el torneo todo funcionó a la perfección, es un sentimiento mágico", añadió el suizo.

Por su parte, el finalista, el británico Murray, de 25 años, aseguró, visiblemente emocionado, y ahogado por las lágrimas tres veces, que se va "acercando poco a poco al título" y que no dejará de "intentarlo".

"Tengo que felicitar a Roger, la verdad es que no juega mal para tener treinta años. Hoy jugó muy bien y merece este título", dijo el escocés.

"Tengo que agradecer todo el apoyo al público presente hoy. La gente habla de la presión de jugar en Wimbledon y de lo duro que es, pero, la realidad es que todos los aficionados hacen que sea todo mucho más fácil", declaró Murray entre lágrimas.

Mucho para aprender

Ambos jugadores tras el partido, mostraron sus caras tal cual son ante todos.

Por parte de Murray, visiblemente emocionado, hoy seguramente mostró la beta que nunca había enseñado. Habitualmente, de apariencia sin gestos, poco carismático y sin la menor dosis de desenfado ante los medios, hoy se quebró ante todo el estadio e hizo emocionar a muchos.

Desde estas columnas varias veces lo hemos tildado de ser un hombre "sin sal" e inexpresivo, y también nos encargamos de reconocer, en nuestra cuenta de Twitter, su hombría ante lo duro que fue Federer, y que emocionó a todos por igual.

Precisamente tras las palabras de Andy, tuvo Federer que quitarle dramatismo a la situación y dijo que ya estaba pensando en las mellizas en la noche. Con una sonrisa que le invadía su rostro, se ocupó de felicitar a Murray y vaticinó que proximamente va a conseguir su titulo en Londres.

Lo mas potable de ambos, fue que se brindaron el todo por el todo, cada uno con sus armas, y todos quedaron conformes con lo hecho. Inclusive ellos mismos, en obvia referencia a Murray principalmente.

En época en donde solo sirve ganar, tomar con tanta naturalidad un resultado deportivo como el de hoy, asombra a muchos y es un claro ejemplo para las generaciones futuras. Y el mensaje debe ser llevado en forma paralela, a las marcas, sponsors y empresas que participan del "negocio" del tenis. Que nadie quede afuera.

El suizo antes de tomar conciencia de su séptimo logro, no se ahorro elogios a su idolo Peter Sampras. Una clara muestra de su humildad, y de saber ubicarse en tiempo y espacio en medio de un supuesto drama que significaba la derrota de Murray.

Y su rival, lejos de frustrarse, que intimamemente verá en su equipo trabajo y chequeara con Ivan Lendl, su coach, sabe de el deber cumplido, y de la dignidad de ser un hidalgo finalista. 

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