Un relojito

La maestría y determinación del suizo Roger Federer se exhibió de nuevo en el Rod Laver Arena para lograr su quinta final del Abierto de Australia al noquear y vencer de forma aplastante al francés Jo-Wilfrid Tsonga, por 6-2, 6-3 y 6-2, y dejar marcado su duelo contra el británico Andy Murray por el título.

Rápido de piernas, con soltura en sus golpes, y con un Tsonga que pareció dolerse en los abdominales, Federer no tuvo problemas para marcar su 22ª final de Grand Slam y colocarse a tiro de ganar por cuarta vez el Abierto de Australia, con una victoria sobre el francés en 88 minutos.

Con sus padres Lynette y Robert en las gradas, y su mujer Mirka disfrutando de la frescura del tenis del número uno, Roger marcó una de las victorias más aplastantes en el torneo sobre Tsonga, que había llegado a esta instancia después de haber ganado dos partidos seguidos al mejor de cinco sets, hecho inédito en su carrera.

El partido

Federer no dejó que su servicio pasase por peligro ni una sola vez. Lo salvó de forma inmaculada y rompió cinco veces el de su rival, que concedió diez puntos de rotura. Treinta y tres golpes ganadores y solo 13 errores no forzados fueron la tarjeta de visita de la perfecta y engrasada máquina suiza, que ahora tendrá la oportunidad de ganar su título número 40 en pista dura y el 62 de su carrera.

Tsonga, finalista en la edición de 2008, pareció acomplejado por el juego de su rival, y distó mucho de ser el jugador aguerrido y batallador que acabó con el español Nicolás Almagro en octavos y con Djokovic en la ronda siguiente. El cansancio de esos dos últimos partidos, pudieron pasarle factura.

El suizo, además, no para de acumular récords en su interminable lista. Con esta nueva definición de Grand Slam, ya suma 22 en su haber, 18 de las cuales fueron en las últimas 19 ediciones de torneos grandes. Es decir, sacando la de Australia en el 2008 que cayó en semis ante Djokovic, fue figurita segura en los últimos cinco años. Increíble.

"Me sentí perfecto desde el principio. Estaba golpeando la bola bien incluso en el precalentamiento", aseguró Federer, "esta noche ha sido una de esas noches en las que sentí que tenía un tiempo extra para pensar dónde iba a jugar, y qué iba a hacer con la bola", expresó el suizo.

El nº1 incluso tuvo humor para bromear después en la pista con la tradicional entrevista que realiza Jim Courier con el ganador al ponerse en el lugar de Murray y suponer la presión que recibirá de sus compatriotas británicos "que llevan esperando ciento cincuenta mil años", dijo, para que alguien de ellos gane un Grand Slam.

Federer ha vencido a Murray en seis de las diez ocasiones que se han enfrentado, y dos veces el año pasado, en Cicinnati y la Copa Masters disputada en Londres.-

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